ACTA SOBRE DISCIPULOS DEL MAESTRO AMOR
Estimados,
Por
medio de la presente acta, en el día 5 de Agosto de 2016, nos comunicamos con
ustedes para realizar un Repudio Internacional al mal comportamiento que
desarrolla su Fundación, la cual actúa con complacencia
y silencio cómplice ante los delitos del Sr Ocampo (alias Maestro Amor). Incluso, aunque nuestra sentencia ética fue dentro
del ámbito del Derecho Budista, ustedes han decidido ignorar estas correcciones
espirituales y comportarse como cómplices de las violaciones cometidas
por el Sr Ocampo, quien además de ser un criminal sentenciado por abuso de
menores también enseña visiones espiritualmente fraudulentas desde la
perspectiva milenaria del Derecho Consuetudinario del Pueblo Budista. A
pesar de que hemos ofrecido a los discípulos del Sr Ocampo la posibilidad de
adquirir una formación espiritual genuina y sin costo alguno, han decido
responder con amenazas legales. Esto ha sucedido a raíz de cartas de Rafael Indlekofer
y Martina Corvalan, amenazando al Comité
Internacional de Ética Budista con iniciar denuncias penales y civiles por hostigamiento, daños y perjuicios,
persecución ideológica y discriminatoria. En la misma carta manifestaron
que nuestros procedimientos fueron falsas
acusaciones, injuriantes, carentes de formalidad legal e intimaciones que
exceden los marcos de la ley, por lo que se debía abstenerse de formular todo tipo de juicio u opinión sobre su
institución. El Comité Internacional
de Ética Budista lamenta que se resistan a aprender pacíficamente de los
errores cometidos y que no dispongan del conocimiento básico para comprender
nuestros procedimientos tradicionales. Confirmamos que tener compromiso con la
evaluación y crítica de aquellos que violan los preceptos éticos budistas no es
un hostigamiento sino una función intrínseca de toda comuna budista (sangha),
siendo un recurso legal que tiene dos mil seiscientos años de antigüedad con el
fin de mantener pura la Espiritualidad (Sasana). Confirmamos que todo análisis
y expresión veraz sólo puede causar daño y perjuicio a actividades fraudulentas
y engañosas, pues la expresión de la Verdad es solidaria, humanitaria y apunta siempre
a la Salvación y al aprendizaje de aquellos que cometen delitos y errores. Sólo
aquellos que son un fraude o una ilusión
pueden sentirse hostigados, dañados y perjudicados por la Verdad. Confirmamos
que el Pueblo Budista tiene derecho a investigar y denunciar a aquellos que
mientan y utilicen aspectos o imágenes del Budismo –como el término “Zen”- con
el fin de engañar a las personas. Si ustedes consideran que no están realizando
un fraude espiritual los invitamos a
que convoquen a su líder, el Sr Ocampo, para que realice sus supuestas proezas
paranormales ante un comité científico capacitado. Sin embargo, incluso ante la
posibilidad de que no se traten de meros trucos de magia e increíblemente sean genuinos
poderes parapsicológicos, desde la perspectiva del Derecho Budista esto es uno
de los peores delitos que puede cometer un maestro espiritual, pues un Ser
Iluminado nunca debería ostentar ni adjudicarse divinidad o poder alguno.
Obviamente, esta cuestión no le compete a la justicia penal o civil, sino que
es una cuestión propia de la justicia budista, la cual ustedes no reconocen
como válida precisamente por el hecho de desconocer todo tipo de jurisprudencia
sobre Ética Espiritual y Ley Consuetudinaria Budista. En un mundo donde el
materialismo y la metafísica atacan cotidianamente a la Espiritualidad, sea a
través de la superficialidad o la fantasía, el Derecho Budista no puede dejar
de denunciar a aquellos que hacen actividades espiritualmente fraudulentas,
incluso ante casos donde existan amenazas hacia el Comité Internacional de Ética Budista. Este posicionamiento ético y étnico no se encuentra
fuera del marco de la ley, sino que está apoyada por el Derecho Tribal y el Derecho
Internacional de los Derechos Humanos. Precisamente, solicitar a una
institución de ética budista el abstenerse
de formular todo tipo de juicio u opinión viola a
la Libertad de Expresión. Finalmente, confirmamos que lo que se encuentra fuera del marco de la ley es la complicidad
con aquellos que cometen abusos sexuales.
Siempre
con espíritu de reconciliación,
Maestro
Budista Maitreya
Presidente
del Comité Internacional de Ética
Budista y Tribunal Budista de Derechos Humanos
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