Justicia Verdadera

Justicia Verdadera

jueves, 28 de septiembre de 2017

Comunicado Oficial sobre Responsabilidades del Budismo


Caso 02-2015: Myanmar
Comunicado Oficial sobre Responsabilidades del Budismo
El Tribunal Budista de Derechos Humanos, en el día 24 de Septiembre de 2017, decide reafirmar nuevamente que la Espiritualidad Budista no avala al Genocidio, Limpieza Étnica, Crimen contra la Humanidad y Crimen contra la Paz que están sucediendo en Myanmar bajo la supervisión inmoral de la Presidente de facto Aung San Suu Kyi. Esto puede demostrarse no sólo porque el Tribunal Budista de Derechos Humanos repudia a tales crímenes internacionales, sino también por el hecho de que en Septiembre de 2017 varias organizaciones Budistas y Cristianas de Bangladesh han decidido protestar en la calle realizando una condena ética a la limpieza étnica que sufre el Pueblo Rohingya en Myanmar, cuyos cientos de miles de miembros se encuentran huyendo hacia el país vecino de Bangladesh. El Tribunal Budista de Derechos Humanos, a pesar de ser la primera y también la más ferviente organización que denunció los crímenes de Myanmar contra el Pueblo Rohingya, se enorgullece de percibir que no se está solo en la lucha por los derechos humanos, ya que las organizaciones budistas y cristianas de Bangladesh que protestaron masivamente en Dhaka también han requerido que Myanmar sea juzgado ante el International Criminal Court (ICC) por estar perpetrando actos de genocidio, limpieza étnica y crímenes contra la humanidad, tal y como lo afirmó el abogado Rana Dasgupta del National Coordination Committee of Religious and Ethnic Minorities Organizations.
Finalmente, el Tribunal Budista de Derechos Humanos felicita a Ashoke Barua del Bangladesh Buddhist Federation, el cual coincide en que los crímenes realizados contra el Pueblo Rohingya son atrocidades totalmente contrarias a las enseñanzas de paz y tolerancia transmitidas por Siddharta Gautama. En este sentido, por ser un país con predominio de población budista, se convoca al Pueblo de Myanmar a que se rebele pacíficamente contra la tiranía cívico-militar de sus gobernantes, quienes están violando al Derecho Budista y al Derecho Internacional de los Derechos Humanos. El Tribunal Budista de Derechos Humanos solicita que el Pueblo de Myanmar se rebele por medio de la no-violencia y la resistencia civil, siguiendo el ejemplo de Siddharta Gautama, Mahatma Gandhi y Martin Luther King, quienes han desafiado a los poderes gubernamentales violentos por medio de la fuerza del amor, la armonía y la Verdad.

Maestro Maitreya Samyaksambuddha

Presidente y Juez Espiritual del Tribunal Budista de Derechos Humanos

jueves, 21 de septiembre de 2017

Sentencia del Caso Ken Wilber


Caso n° 31/2017: Ken Wilber

SENTENCIA ÉTICA
Estimados Fiscal, Defensor Público, Embajador y Miembros del Jurado del Comité Internacional de Ética Budista (CIEB) y Tribunal Budista de Derechos Humanos (TBDH), respecto del Caso 31-2017 contra “Ken Wilber”, por medio de la presente, en el día 19 de Septiembre de 2017, se deja constancia de que se ha concluido el juicio del Comité de Ética para analizar la violación a la Ética Budista y los Derechos Humanos realizada por el acusado. Este Caso ha sido llevado a cabo a partir de las implicancias jurídicas que conlleva la Declaración Universal sobre el Budismo como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Luego del análisis de la presentación del Caso y la validación de una enorme cantidad de pruebas, se ha procedido con la votación de 8 miembros del Jurado, los cuales han sentenciado como Responsable a “Ken Wilber” por los graves delitos de Deshonestidad académica, Estafa Espiritual y Falso Budismo, Violación al Derecho Budista, Crimen contra Patrimonio Cultural Budista y Violación a los Derechos Humanos.
En la primera parte de las Evidencias del Caso se ha analizado las acciones de Wilber al presentarse ilegítimamente como el creador del Budismo Purna (Integral), o al menos al generar la ilusión de serlo, lo cual constituye un acto fraudulento que puede ser considerado por el Código Legal Budista (Vinaya) como un robo (adinnadana), estafando a aquellos que compran sus libros al presentar una falsa visión espiritual que manipula el Patrimonio Cultural Intangible del Budismo y violando el Derecho Budista y a los derechos colectivos de la Comuna Espiritual (Sangha), lo cual es una violación al Derecho Internacional de los Derechos Humanos.  El plagio estaría demostrado por la apropiación incorrecta del Budismo Purna (Integral), publicando esta idea como si fuera la creación de su propio trabajo original. Esta práctica de deshonestidad académica es considerada como una ofensa inmoral muy seria, llegando incluso a merecer la pena de expulsión en determinados ámbitos, como asociaciones, empresas e instituciones educativas. Incluso aunque el plagio en sí no sea penalizado por el Derecho Penal y Civil, ciertamente el uso de ideas de otros con el fin de ganar rédito económico puede constituir la definición de fraude. Mientras que dentro de ámbitos académicos el plagio implica un fraude académico, del mismo modo dentro de ámbitos budistas el plagio implica un fraude espiritual, compartiendo ambos campos la creación de comités internos disciplinarios donde el acto de expulsión suele ser considerado como pena adecuada frente a este comportamiento inmoral que hace que el responsable pierda toda credibilidad e integridad.
En el Vinaya Pitaka se considera que el robo (adinnadana) es uno de los delitos más graves del Código Legal Budista junto con el asesinato (manussaviggaha) y la auto-adjudicación de poderes paranormales (uttarimanussadhamma). Además, el Sutta Pitaka prohíbe no sólo el acto de robo (adinnadana), sino también otros actos que ha cometido el acusado, como el mentir (musavada), la intemperancia (surameraya), el discurso calumnioso (pisunavaca), el discurso descortés (pharusavaca) y falsas visiones heréticas (Micchaditthi) como las del eternalismo (sassatavada). Otras falsas visiones que condena la Espiritualidad Budista son considerar a malinterpretaciones y prácticas erróneas como la Verdad, lo cual es algo que Ken Wilber realiza constantemente de acuerdo a las evidencias.
Concordantemente, como ha desarrollado el Comité Internacional de Ética Budista en la segunda parte del Caso, incluso si existiese la posibilidad de que Wilber sea el legítimo creador del modelo del Budismo Purna (Integral) antes que el Maitriyana, incluso ante esta remota posibilidad todos los cargos por los que se lo acusa pueden ser demostrados adecuadamente al examinar su pensamiento, palabra y conducta, permitiendo evaluar si Wilber tiene legitimidad académica, ética y espiritual para plantear una nueva vía de Budismo. En este sentido, el Comité Internacional de Ética Budista ha demostrado objetivamente que durante toda su vida Wilber ha violado los preceptos budistas, transmitiendo una visión equivocada del Budismo y una visión errónea de la Meditación. Se ha demostrado que durante toda su vida Wilber se ha entrenado con y ha brindado apoyo espiritual a distintos profesores espirituales con comportamientos abusadores, psicopatológicos, discriminatorios y criminales. Se ha demostrado que durante toda su vida Wilber ha transmitido un tipo de Espiritualidad inadecuada o incorrecta, simultáneamente desarrollando un sistema de pensamiento académico deshonesto con rasgos de pseudorreligión, pseudociencia y pseudofilosofía. Se ha demostrado que durante toda su vida Wilber ha mantenido no sólo ideología política de derecha, sino que también ha defendido ideas etnocéntricas, siendo esto último una clara violación a los derechos humanos. Además, se ha demostrado correctamente que el móvil o la causa fundamental de este mal comportamiento por parte de Wilber es que posee una personalidad narcisista propensa al sectarismo, explicando perfectamente la necesidad que tendría de manipular a la Espiritualidad Budista para sus propios fines egoístas.
Al analizar detenidamente las obras públicas del acusado, el Comité Internacional de Ética Budista ha encontrado que Wilber tiene un total desconocimiento de la Espiritualidad Budista, a la que considera erróneamente como una religión y culto. Durante su Camino Espiritual, Wilber ha violado los cinco preceptos éticos esenciales del Budismo, recurriendo a la violencia física y verbal, ha consumido alcohol, ha robado y comercializado conceptos, ha mantenido comportamientos sexuales inadecuados, ha mentido acerca de su estatus espiritual y también acerca de las fuentes de sus visiones filosóficas. El mal entendimiento sobre Budismo que tiene el acusado es de proporciones gigantescas, pues ha llegado a afirmar que en comparación con un sabio moderno Siddharta Gautama estuvo la mitad de iluminado, incluso estableciendo que Gautama no realizó completamente la no-dualidad de Nagarjuna, lo cual demuestra un nivel de irrespetuosidad e ignorancia profunda sobre Filosofía Budista. Al presentar su supuesta nueva visión, Wilber no sólo ignora que el Budismo ya posee sus propios sistemas de justicia y medicina desde hace miles de años, sino que además él manipula a la tradición espiritual de Gautama manifestando que el Budismo debe vincularse al mundo de los negocios y el dinero en la sociedad industrializada, pues según Wilber en caso de mantener una actitud de desapego hacia el dinero entonces el Budismo sería hipócrita, patético, retardado, regresivo, barato y obsceno. Esta aberración antiespiritual no es más que una manipulación capitalista contra la Espiritualidad Budista, intentando pervertirla por medio de ideas inmorales y superficiales. Wilber no sólo pervierte al Budismo al introducir un concepto totalmente antibudista, que es el proyecto del alma en la unión con Dios, sino que además afirma que el Espíritu existió antes del Big Bang, apelando a la clase de metafísica más vulgar, pseudocientífica y engañosa que existe, pues como ha afirmado el Dalai Lama Tenzin Gyatso el Budismo critica todo tipo de visión sobre un ser trascendente eterno, alma o sustrato fundamental de la realidad. Wilber no sólo viola a la Espiritualidad Budista al introducir rasgos eternalistas, sustancialistas y teístas, sino que también descalifica a los mejores pensadores del mundo –dentro de los cuales se encuentra Gautama- que no postulan este Espíritu trascendente. Wilber no sólo insulta al Zen al considerarlo como un sistema débil e incompleto, sino que además afirma que la meditación puede empeorar una psicopatología y que la terapia sería mucho mejor, lo cual demuestra la ignorancia profunda que tiene sobre Psicología Budista, llegando incluso a afirmar de forma totalmente delirante que aquellos que meditan y simultáneamente levantan pesas progresan más que aquellos que sólo meditan, afirmando que las tecnologías contemporáneas del cerebro permiten al sujeto poder entrar en estados meditativos profundos en tan sólo minutos. Wilber no sólo crea mapas de tradiciones espirituales budistas que no estudió correctamente, sino que además manifiesta que la meditación budista no permite ver los esquemas de su modelo, por lo que según el acusado el Budismo está lleno de patologías invisibles que promueven el narcisismo, lo cual es una afirmación que demuestra que Wilber crea una visión comercial y distorsionada, desarrollando una Pseudo-Espiritualidad corrupta y deshonesta que transmite engaño e ignorancia en lugar de Verdad y Liberación. Wilber no sólo manifiesta que la meditación budista es incompleta y que su método de meditación es la única forma integrativa de contemplación, sino que también afirma que la meditación hace que el ser humano crezca en Dios, lo cual demuestra que sus métodos están más cerca de la autoayuda comercial que del Budismo. Wilber no sólo miente diciendo que budistas han realizado actos terroristas con gas sarín en Japón, sino que además en su presentación de Budismo Purna (Integral), Wilber afirma que Adi Da fue un ejemplo de maestro postmoderno, a pesar de que este falso maestro espiritual ha sido acusado de terribles actividades criminales, como violaciones sexuales reiteradas, lavado de cerebro, estafas, torturas, drogadicción, secuestro, violencia, robo, abuso psíquico y psicosis. Wilber ha llegado a afirmar que el criminal Adi Da sabe más de Budismo que el propio Gautama, caracterizando a dicho criminal como un héroe religioso y un maestro espiritual supremo iluminado, lo cual demuestra que Wilber participó de este culto nocivo como discípulo de este falso maestro espiritual. Wilber no solamente se ha limitado a criticar a Adi Da por su aislamiento, sino que además ha apoyado explícita y públicamente los métodos violentos extremos de Andrew Cohen, quien es otro falso maestro espiritual con tendencias autoritarias y sectarias que propicia un culto a la personalidad. Wilber no sólo censura o insulta a la mayoría de los críticos de sus obras y toma prestado ideas de otros autores sin reconocerles mérito, sino que además ha creado un grupo de culto a su personalidad donde se abandona la autonomía racional y el pensamiento crítico, siguiendo el mismo comportamiento sectario de Adi Da y Andrew Cohen. Wilber no sólo manifiesta que Aurobindo y Nityananda fueron sabios iluminados, a pesar de que tenían comportamientos claramente psicóticos, sino que además él mismo presenta un esquema totalmente delirante e infantil que clasifica a la realidad en una jerarquía de colores, demostrando que sus teorías no son ni científicas ni filosóficas. Wilber no sólo separa a la Espiritualidad del desarrollo ético, lo cual permite libertinaje y abusos, sino que además su propio modelo de Espiritualidad confunde los mapas de la realidad con los territorios o experiencias de lo Real. Wilber no sólo dice que Dios está detrás de todo lo que sucede en el Cosmos, incluso detrás del resultado de las elecciones democráticas, sino que además desarrolla ideas dogmáticas, engañosas, elitistas, reduccionistas e intolerantes. Wilber no sólo enseña una pseudofilosofía egocéntrica y narcisista, sino que además constantemente transmite errores, mentiras, engaños, imprecisiones, manipulaciones, lógicas circulares y argumentos irracionales, reaccionando violentamente ante las correcciones y el debate intelectual. Wilber no sólo desacredita y malinterpreta teorías por medio de la deshonestidad académica, criticando a disciplinas sin estar apropiadamente formado en éstas además de aprovecharse de la ingenuidad e ignorancia de sus seguidores al crear falsas síntesis eclécticas, sino que también constantemente falsifica o inventa datos científicos que nunca se hicieron, lo cual es considerado como uno de los peores actos de deshonestidad académica. Wilber cataloga a sus críticos como inferiores, a pesar de que éstos ya han refutado casi todas sus teorías, violando así los procedimientos del método científico y del debate filosófico. Wilber no sólo apoya al negacionismo del calentamiento global, que afirma que el cambio climático es una conspiración de los científicos, sino que además produce un total abandono de la ciencia al apoyar una visión creacionista en la cual la evolución del Universo es impulsada por un Espíritu o Dios, ignorando el hecho de que la teoría contemporánea del Multiverso ha destruido todo tipo de argumento creacionista. Wilber no sólo no transmite una razón superior, sino que también forma parte de un movimiento de irracionalidad metafísica y pseudocientífica con menos conocimientos que un niño de secundaria, demostrando que las motivaciones detrás de sus libros son comerciales, deshonestas y carentes de integridad. Wilber no sólo considera de forma eurocéntrica que las sociedades tecnológicas occidentales son superiores a las sociedades agrarias, sino que también tiene una visión fascista con respecto a pueblos tribales originarios, a los cuales no les reconoce el acceso a los más altos niveles de la razón y la Espiritualidad, siendo una idea que viola al Derecho Internacional por ser utilizada frecuentemente en los exterminios y limpiezas étnicas que ocurrieron en la historia. Wilber tiene una visión política de derecha y muy cercana al capitalismo imperialista norteamericano, apoyando a líderes como Tony Blair a pesar de que participaron en genocidios y crímenes de guerra en Afganistán e Irak.
Todo este mal comportamiento y manipulación de la Espiritualidad Budista que realiza Wilber distorsiona intencionalmente y destruye parcialmente la integridad de la tradición cultural de los Pueblos Budistas, lo cual constituye una violación a los derechos humanos culturales, tal y como es explicitado en convenios del Derecho Internacional. Al igual que se ha desarrollado en la jurisprudencia del Caso Yoga Beer, la actitud de colonialismo cultural contra pueblos indígenas que destruye sus valores, conocimientos y tradiciones constituye una violación a la dignidad humana o naturaleza búdica. Como la conservación, promoción, protección y desarrollo del patrimonio cultural tangible o intangible constituye uno de los derechos humanos supremos, las acciones de Wilber son totalmente condenables a la luz de los sistemas jurídicos propios del Budismo y también ante el Derecho Internacional.
Siguiendo al Código Legal Budista (Vinaya), el Comité Internacional de Ética Budista realiza un acto de reprobación (Tajjaniyakamma) contra Ken Wilber por crear disputas y conflictos innecesarios, por tener hábitos inmorales y no practicar buenos hábitos, por no tener visiones rectas y por despreciar al Buddha-Dharma-Sangha, por lo que se sanciona que de forma indeterminada el acusado debe abstenerse de enseñar o brindar guía espiritual a otros, ni mucho menos emitir órdenes o establecerse como autoridad espiritual.
El Comité Internacional de Ética Budista considera que la raíz de todo este mal comportamiento es que Wilber no sólo evidencia rasgos patológicos de narcisismo, histeria, sarcasmo, arrogancia, miedo, enojo, egocentrismo, defensividad, vulgaridad, inmadurez, paranoia y autoritarismo, sino que además promueve una visión corrupta y comercial de la Espiritualidad Budista, creyendo estar iluminado cuando en realidad evidencia rasgos de trastorno narcisista avanzado. En el presente Caso se ha percibido que Ken Wilber tiene las características psíquicas propias de los trastornos del narcisismo, que por su intensidad, frecuencia y reiteración no pueden ser considerados meramente como errores, sino como patrones producto de un individualismo extremo que va en contra de las tradiciones de la Comuna Espiritual (Sangha). El hecho de que un pensador se obsesione con mantenerse joven y fuerte ya es algo propio de una mente frívola y superficial apegada a la cultura de la imagen. Sin embargo, el verdadero problema de la omnipotencia narcisista es que logra satisfacciones imaginarias, lo cual produce el efecto real de fallar en responder adecuadamente a los estímulos de la vida en términos de los estadios o necesidades evolutivas del ser humano, pues todo objeto y sujeto que no sea concordante con esa satisfacción o completud imaginaria es considerado como un enemigo por el sujeto narcisista. Desde la perspectiva del Comité Internacional de Ética Budista, el trastorno narcisista de Wilber se debe a una fijación o apego a una fase del desarrollo infantil que no fue superada adecuadamente, por lo que corresponde a una patología estructural en la cual el niño internaliza objetos que fallan en cumplir la función adecuada del Sí-Mismo. Este trastorno narcisista se caracteriza por la inhibición de la empatía, la desinhibición de la ira y la mentira patológica, activando una imagen gloriosa, omnipotente e infantil de la mismidad con el fin de intentar inconscientemente construir los aspectos faltantes de una estructura psíquica sana. El Comité Internacional de Ética Budista afirma que Wilber padece de narcisismo patológico por estar excesivamente centrado en sí mismo, lo cual distorsiona tanto las relaciones externas con los demás, al responder defensivamente frente a las mismas, como también distorsiona las ambiciones internas al hacerlas desmedidas y grandiosas, teniendo una exagerada dependencia en la admiración y homenaje proveniente de los demás. Otro rasgo característico de este trastorno patológico que padece el acusado es la incapacidad para el aprendizaje junto con la experiencia crónica de soledad no compartida con los demás, lo cual se expresa por medio del sentimiento ilusorio de estar solitariamente en la cumbre del mundo. Utilizando los conocimientos más básicos de psicopatología clínica, el Comité Internacional de Ética Budista revela que el trastorno narcisista de la personalidad que padece Ken Wilber se evidencia claramente en el hecho de que él experimenta un enorme sentido de autoimportancia, exagerando sus logros y capacidades por esperar ser reconocido como un ser superior; el narcisismo hace que Wilber se sienta como un ser con un estatus único y especial que sólo puede ser comprendido por una elite de personas, estando apegado a fantasías de éxito y poder ilimitado donde es reconocido por su brillantez; el narcisismo hace que Wilber exija atención o admiración desmedidas, siendo pretencioso y careciendo empatía; el narcisismo hace que Wilber envidie a otros, y también que él crea que los otros lo envidian, presentando comportamientos arrogantes y actitudes soberbias, además de reaccionar frente a las críticas con rabia o humillación. Esto significa que el trastorno psíquico que padece el acusado no sólo lo impulsa a la exageración de sus logros, sino también a la infravaloración de los logros de los demás, poseyendo una autoestima tan vulnerable e involucionada que lo hace sentir que las críticas son un ultraje. Por este motivo, el trastorno del narcisismo suele conducir al retraimiento social, haciendo que el acusado sienta que su vanidad y la autoadmiración son una manera autosuficiente de existir, a pesar de que esta burbuja individualista y egoísta carece de vínculos enriquecedores con los demás, los cuales son frecuentemente eludidos por el temor de que provoquen frustración o angustia, lo cual haría que Wilber ponga en tela de juicio la omnipotencia que siente. El trastorno narcisista de la personalidad se evidencia en Wilber por un patrón de ilusoria grandiosidad en pensamiento, palabra y comportamiento, teniendo un nivel de necesidad de admiración y atención que no condice con la vida adulta. Al creerse un ser superior a los demás, el acusado requiere un trato especial y ataca a los demás cuando no lo recibe, especialmente buscando desacreditar a las personas que lo opacan, pues el trastorno narcisista implica aparentar un autoestima potente que simultáneamente oculta un verdadero autoestima deficitario. Aunque el trastorno narcisista de la personalidad hace que el acusado sea muy inteligente y que usualmente manipule haciendo creer que tiene la razón, este trastorno también lo impulsa a sentir que siempre tiene respuestas y conocimientos expertos en todos los temas, aunque en realidad no sepa de la disciplina en cuestión, lo cual obviamente es una debilidad que lo vulnera ante el conocimiento crítico de genuinos eruditos. Así, Wilber suele defenderse de los críticos por medio de un mecanismo defensivo narcisista muy simple, argumentando que los demás se encuentran uno o varios escalones por debajo de él, lo cual es una enorme falta de empatía que demuestra un subdesarrollo de las neuronas espejo, que son aquellas encargadas de ponerse en el lugar de los otros. Padecer un trastorno narcisista de la personalidad no sólo es lamentable sino que también es contrario a la Espiritualidad Budista, por ser un ansia constante por fantasías de fama y brillantez que nunca se materializarán. Debido a que el acusado padece de trastorno narcisista, seguramente no acude a ningún tipo de práctica terapéutica, pues este trastorno hace que el sujeto se sienta como que no tiene falla o vacío alguno, percibiendo que el mundo y no él es el que está equivocado. De este modo, el trastorno narcisista de la personalidad es una de las patologías más desafiantes o casi intratables de la psicología, manteniendo una incapacidad estructural para depender de la ayuda terapéutica, pues este tipo de trastorno hace que el sujeto sienta que solicitar ayuda es una humillación intolerable. Sin embargo, existe la posibilidad de que en el futuro Wilber experimente una mejoría e incluso la Cura, lo cual depende de que decrezca la envidia y desprecio hacia los demás, desarrollando el altruismo y las maduras capacidades de sabiduría y compasión. Desde la perspectiva del Comité Internacional de Ética Budista, la estructura psíquica del acusado corresponde a un Yo arcaico y primitivo debido a que el desarrollo de una estructura psíquica adecuada fue obstaculizado en la infancia posiblemente debido a la falta de cuidado empático de los cuidadores, lo cual condujo a un déficit en la formación de relaciones maduras y sanas. En este sentido, las relaciones de amor en Ken Wilber están dominadas por tendencias infantiles y actitudes narcisistas relacionadas con una estructura inmadura del Yo como posible consecuencia de la falta de empatía por parte de las figuras parentales. El Comité Internacional de Ética Budista pone a disposición del acusado toda la ayuda que éste necesite para poder curarse, pues la Espiritualidad Budista tiene la capacidad para guiar a Ken Wilber hacia el crecimiento de una estructura psíquica madura y altruista. Así, la Sentencia Ética ofrecida se centra en mostrar que el Yo grandioso patológico del acusado debe ser reemplazado urgentemente por el desarrollo maduro del Sí-Mismo capaz de entablar relaciones sanas y adecuadas con los demás. Por lo tanto, se deja constancia que el Comité Internacional de Ética Budista no considera a Wilber como alguien enfermo o carente de habilidades, sino simplemente como alguien con los recursos desordenados, pues no ha sido guiado adecuadamente (ni por sus figuras parentales ni por sus profesores) para poder reconstruir un material que ya tiene. Esta evaluación psicológica que hace el Comité Internacional de Ética Budista a partir de los antecedentes y gravedad de los síntomas del acusado no tiene el Propósito (Dharma) de humillarlo, sino más bien de ayudarlo a encontrar el Camino de la Rectitud y la Cura (Nirvana) por medio de un diagnóstico de las causas de su sufrimiento, pues la presencia de egocentrismo y la ausencia de empatía están conduciendo a Wilber por una vía psicopatológica, que es la misma vía que han seguido aquellos que él ha admirado, como Adi Da, Cohen y otros falsos gurúes. Indudablemente, realizar prácticas metapsicológicas, como la Psicología Budista y el Psicoanálisis, pueden ayudar al acusado a relacionarse con otros en una forma más sabia y compasiva. En lugar de practicar meditación hindú, la cual ciertamente fortalece el narcisismo, se recomienda que el acusado practique Meditación Budista y Psicoanálisis.
De este modo, el Comité Internacional de Ética Budista le recomienda urgentemente a Wilber iniciar un proceso terapéutico bajo la guía de un profesional calificado, debiendo simultáneamente entrenarse adecuadamente en Espiritualidad –no simplemente leyendo libros- con el fin de intentar evanescer las causas de sus comportamientos inmorales. Incluso el gran filósofo Aristóteles comprendió que la virtud no se adquiere leyendo libros o estando en soledad, sino que se adquiere por medio de la práctica de las virtudes, deliberando con los demás acerca de la naturaleza del bien. Por lo tanto, se ofrece a Ken Wilber la presente Sentencia Ética como modo de enseñanza budista sobre la Espiritualidad Recta y Adecuada, lo cual es una práctica que el Maitriyana incorpora dentro del Noble Sendero del Budismo. Si Wilber se entrenara bajo la guía de un genuino maestro budista entonces seguramente tendrá una verdadera comprensión de la meditación, la sabiduría y la ética de la Espiritualidad. En definitiva, Ken Wilber tiene mucho que aprender sobre las implicancias del Budismo Purna (Integral) del Maitriyana.
La actitud del Budismo hacia otras espiritualidades o religiones siempre ha sido la tolerancia crítica y la adaptabilidad empática, reconociendo el supremo derecho humano a la libertad de pensamiento y expresión. Sin embargo, estar vacío de dogmatismo no implica el libertinaje de permitir que se propaguen ideas falsas acerca de la Espiritualidad Budista, motivo por el cual la comuna espiritual (sangha) tiene procedimientos correctivos y restaurativos para purificarse de falsas visiones. Incluso, Gautama manifestó en reiteradas ocasiones que sus enseñanzas deben ser aceptadas luego de una examinación crítica y nunca aceptadas sólo por respeto a él. Esto significa que la Espiritualidad Budista puede aceptar o rechazar a determinado tipo de visiones luego de realizar un análisis racional y experimental de las mismas. En este sentido, al implementar la práctica del entendimiento o filosofía adecuada (samma-ditthi) se distingue claramente que el pensamiento de Ken Wilber es una fe infundada (amulika saddha) en lugar de ser una fe racional (akaravati saddha). Aunque el Budismo rechaza al materialismo, indudablemente su búsqueda de la Verdad está más cerca del método científico y más alejado del método metafísico de Wilber.
En el Sandaka Sutta la Espiritualidad Budista establece la existencia de cuatro falsas pseudorreligiones (abrahmacariya-vasa) y también cuatro religiones no-consoladoras (anassasikam). Afirmándose la necesidad de que la Espiritualidad tenga valores morales, libertad, responsabilidad y no inevitabilidad de la Salvación, se plantea que las cuatro pseudorreligiones son el materialismo, la filosofía religiosa amoral, la filosofía religiosa que niega el libre albedrío, y la metafísica de evolución determinística que afirma la inevitabilidad de la Liberación de todos los seres. De este modo, según la Espiritualidad Budista el modelo de Ken Wilber es una pseudorreligión porque apoya filosofías religiosas sin moral alguna, al mismo tiempo que plantea la existencia de un Espíritu que determina la evolución de los seres. Por otra parte, las cuatro religiones no-consoladoras según el Budismo son la filosofía religiosa con un fundador omnisciente, la filosofía religiosa basada en revelación, la filosofía religiosa fundada en especulación metafísica, y la filosofía religiosa pragmática-agnóstica. De esta manera, según la Espiritualidad Budista el modelo de Ken Wilber también es una religión no-consoladora por tener argumentos especulativos y fundamentos metafísicos, fallando en transmitir la buena vida por medio del Noble Sendero. En efecto, el requisito fundamental para que una Espiritualidad tenga Seres Libres e Iluminados (Arhats-Bodhisattvas) es que la Espiritualidad posea la base del Noble Óctuple Sendero, tal y como enseñó Gautama al asceta vagabundo Subhadda. Ken Wilber no sólo falla por no seguir al Noble Óctuple Sendero, sino que además falla a la Espiritualidad Budista por ser un sujeto que no ha abandonado los preconceptos acerca del alma como un aspecto de la personalidad. Wilber falla a la Espiritualidad Budista por estar convencido de que hay un espíritu permanente o firme dentro del Cosmos. Wilber falla a la Espiritualidad Budista por no tener estudio y entendimiento claro acerca del Buddha-Dharma-Sangha. Wilber falla a la Espiritualidad Budista por no seguir una vida ética pura. Wilber falla a la Espiritualidad Budista por tener comportamientos de codicia (lobha), odio (dosa) e ignorancia (moha), en lugar de practicar la caridad y la sabiduría compasiva (prajña-karuna). Obviamente, la codicia no es sólo gratificación sensual sino también el apego a objetivos egocéntricos, como la avidez de poder, fama y reconocimiento. Wilber falla a la Espiritualidad Budista por mantener ideas metafísicas eternalistas que ya han sido superadas y trascendidas por el Camino Medio de Gautama hace dos mil seiscientos años atrás. Así, en el Majjhima Nikāya, Gautama enseñó un Camino Medio que abandona los polos opuestos del eternalismo (sassatavada) y el nihilismo (ucchedavada), considerando que ambos sistemas no son fieles a la Verdad y no liberan a las personas del sufrimiento, sino que están atados a la avidez, la aversión y la inconsciencia. Aunque el Budismo asume la perspectiva integradora y tolerante del pluralismo inclusivista, nunca considerando que la Verdad es alcanzada por medio de una única tradición, ciertamente considera que la Espiritualidad nunca debe tener tendencias egoístas y sustancialistas, pues si no conduciría al narcisismo y al prejuicio en lugar de conducir a la Liberación y al Despertar.
El Budismo ofrece un modelo de civilización alternativa basada en el pluralismo y la integración, enseñando el poder del entendimiento y la cooperación entre todas las naciones y religiones del mundo. De este modo, el Maitriyana promueve la armonía interespiritual por medio de la superación de las divisiones superficiales entre las doctrinas y tradiciones. Esto significa una actitud inclusiva, dialéctica y reconciliadora que trabaja por la armonía de todos los seres sintientes, encarnando la voz de la paz, la justicia, la educación y la salud en la sociedad. Si bien Baumann considera correctamente que el Budismo Globalizado y Postmoderno es el Budismo Integrativo, indudablemente se confunde al pensar que esta visión integral es expresada por el Budismo Occidental interdenominacional de Govinda y Sangharakshita, o el de Goldstein, quienes en realidad proponen un Budismo ecléctico o sincrético. Esto significa que el Budismo moderno, que toma eclécticamente elementos de distintas tradiciones, no es realmente el Budismo Purna (Integral) que propone el Maitriyana, pues nunca hay que confundir síntesis con mera mezcla de elementos diversos. Además, el Maitriyana demuestra ser la vía más amplia existente no sólo por su Budismo Purna (Integral) que realiza una unidad intra-espiritual entre múltiples escuelas budistas, sino también porque tiene un modelo de Budismo Super-Integral (Maha-Purna) que realiza una unidad inter-espiritual entre múltiples tradiciones espirituales de todo el mundo.
Desde el punto de vista del Budismo Crítico (Higan Bukkyo), que pertenece al Budismo Moderno, no se vacilaría en sentenciar a la visión pseudorreligiosa de Ken Wilber como un Falso Budismo que regresa a las nociones antibudistas del Atman o fundamento sustancial, lo que contradice a la noción del cosurgimiento interdependiente defendida por la Espiritualidad Budista. Además, las ideas defensoras del sustrato metafísico de la existencia tienden a ser serviciales a los poderes de turno, en lugar de intentar liberar a las personas de la opresión. En sintonía con la crítica del Maestro Dogen a la herejía de Senika, denunciando la idea de un Espíritu que sobrevive a la muerte, la perspectiva del Budismo Crítico sirve para revelar la naturaleza herética de las ideas sustancialistas de Wilber que violan el principio normativo del Anatman desarrollado por Gautama. Lejos de ser una evolución del Budismo, las ideas engañosas de Wilber intentan realizar una involución del Budismo, haciéndolo retroceder a la fuente tradicional hindú. Por lo tanto, el postmodernismo y el Budismo Crítico se oponen a las ideas de Wilber por ser antropocéntricas y centradas en la metafísica de la identidad. Desde Gautama hasta el Maitriyana, todos los genuinos maestros budistas han rechazado la idea del Espíritu o sustrato supremo eterno que de forma ilegal Wilber lo presenta como parte del Budismo Purna (Integral). Además, Wilber tiene ideas muy cercanas al imperialismo capitalista norteamericano, lo cual es éticamente inadecuado, siendo opuesto a la orientación de reforma social que propone el Budismo Purna (Integral). Indudablemente, por medio del Maitriyana, el Budismo Purna (Integral) trabaja para evanescer la guerra, la injusticia social, la ignorancia y la contaminación, en lugar de defender ideas metafísicas que son funcionales al status quo. El Budismo Purna (Integral) defiende la pureza de las ideas de Libertad, Igualdad y Fraternidad, reconociendo los derechos humanos y no-humanos, pues es la máxima encarnación de las libertades fundamentales. Precisamente, por medio del compromiso con la Verdad y sin tener rencor alguno, el Budismo Purna (Integral) critica las ideas de Ken Wilber al declararlas como falsas y llenas de avidez, aversión e inconsciencia. En cambio, el Budismo Purna (Integral) defendido por el Maitriyana se basa en el inegoísmo y la sabiduría compasiva (prajña-karuna), siendo una fuerza crítica y contracultural frente al establishment. Por ello, el Budismo Purna (Integral) declara la ilegitimidad absoluta del pensamiento de Wilber.
En conclusión, el Comité Internacional de Ética Budista tiene el Propósito (Dharma) de crear una comunidad internacional purificada y guiada por el Conocimiento y la Liberación Adecuada, lo cual implica criticar a filósofos y supuestos pensadores espirituales que fallen en desarrollar una Espiritualidad Recta y Adecuada. Por lo tanto, se establece que Ken Wilber está violando a la Ética y el Derecho Budista, especialmente quebrantando el Patrimonio Cultural de los Pueblos Budistas al enseñar una manipulada visión de las prácticas y tradiciones espirituales. En este sentido, no sólo se recomienda al acusado iniciar urgentemente un entrenamiento terapéutico y un entrenamiento con un maestro espiritual adecuado, haciendo una autocrítica y solicitando disculpas públicas a todos los que ha atacado durante su vida, sino que también se solicita que done a organizaciones caritativas todos los ingresos que haya obtenido por medio de la difusión distorsionada del patrimonio cultural de la Espiritualidad Budista. Indudablemente, los académicos que escriben sobre Espiritualidad necesitan ser supervisados éticamente por maestros espirituales con el fin de evitar que existan manipulaciones y distorsiones de tradiciones milenarias, especialmente cuando los escritores suelen distorsionar conocimientos sagrados con fines económicos y comerciales, pues en la civilización capitalista toda vulgarización de la Espiritualidad es algo que es más exitoso que los conocimientos profundos de las tradiciones del pasado. Sin un Propósito ético los escritores y académicos que difunden saberes espirituales simplemente se convierten en meros expertos de autoayuda superficial. Únicamente practicando el Camino de la Espiritualidad Adecuada, tal y como lo prescribe el Derecho Budista, Ken Wilber podrá enseñar eficazmente un conocimiento genuino que sea capaz de ayudar a la Liberación de toda la humanidad, en lugar de transmitir distorsiones y mapas de la realidad que deben ser desechados como cualquier mandala. De esta manera, este Caso constituye una gran enseñanza tanto para el acusado como para todos los pensadores que transmiten conocimientos espirituales budistas, demostrando perfectamente que sin Meditación, Sabiduría y Ética todo conocimiento conduce a una visión distorsionada de la Espiritualidad.
Siguiendo el Camino del Maestro Gautama, quien por medio del Noble Sendero sembró las bases de la Espiritualidad Integral Adecuada, el Comité Internacional de Ética Budista supervisa que los escritores y profesores de Espiritualidad sean rectos y éticos, nunca distorsionando ni manipulando el Patrimonio Cultural de los Pueblos Budistas, por lo que se ha sentenciado a Ken Wilber como Responsable de Deshonestidad académica, Estafa Espiritual y Falso Budismo, Violación al Derecho Budista, Crimen contra Patrimonio Cultural Budista y Violación a los Derechos Humanos.
Con espíritu de reconciliación (maitri),
Maestro Maitreya Samyaksambuddha

Presidente y Juez Espiritual del Comité Internacional de Ética Budista (CIEB) y Tribunal Budista de Derechos Humanos (TBDH)

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Proclamación sobre Liderazgo Inmoral


Caso 02-2015: Myanmar

Proclamación sobre Liderazgo Inmoral

18 de Septiembre de 2017
El Comité Internacional de Ética Budista y Tribunal Budista de Derechos Humanos,
Considerando que el 1 de Mayo de 2015 el Gobierno militar de Myanmar liderado por Thein Sein fue condenado por el Tribunal Budista de Derechos Humanos por los graves cargos de Genocidio, Limpieza Étnica y Crímenes contra la Humanidad;
Recordando que en el 16 de Mayo de 2015 el Tribunal Budista de Derechos Humanos ha notificado a países del sudeste asiático como Bangladesh y Malasia que el Pueblo Rohingya perseguido por Myanmar están huyendo de un Genocidio y que por lo tanto deben ser considerados como refugiados y nunca como inmigrantes ilegales;
Consciente de que Thein Sein, con la finalidad de la búsqueda de impunidad, luego de abandonar el Poder político decidió ordenarse espiritualmente dentro de la Comuna Budista (Sangha), lo cual ha sido prohibido por el Tribunal Budista de Derechos Humanos debido a que el Derecho Budista no permite el ingreso de criminales asesinos;
Preocupado enormemente por la vida de millones de personas del Pueblo Rohingya, en su mayoría niños y mujeres, los cuales están siendo exterminados en Myanmar bajo el liderazgo del nuevo Presidente de facto Aung San Suu Kyi, por lo que se ordenó al Norwegian Nobel Committee la anulación de su Premio Nobel de la Paz;
Deplorando el comportamiento criminal y genocida de Aung San Suu Kyi, quien ha traicionado todos los valores éticos y humanitarios que debe representar todo budista y todo ganador del premio Nobel de la Paz;
Analizando que la dictadura cívico-militar de Myanmar no sólo ha asesinado a decenas de Bhikkhus Budistas sino que además se ha infiltrado dentro de la Comuna Espiritual (Sangha) por medio del falso monje Ashin Wirathu y sus organizaciones criminales, las cuales han ensuciado enormemente la imagen humanitaria del Budismo a nivel global por medio del apoyo de la violencia, el apartheid y el genocidio, todo lo cual es un comportamiento que viola al Derecho Budista y los Derechos Humanos;
Tomando en consideración que el periodismo global afirma constantemente que la limpieza étnica realizada contra el Pueblo Rohingya tiene el apoyo de los monjes budistas de Myanmar, ignorando que el Comité Internacional de Ética Budista declaró como Falso Budismo tanto a Ashin Wirathu como a la organización criminal State Sangha Maha Nayaka Committee;
Examinando que la defensa de la vida de millones de miembros del Pueblo Rohingya ha obligado éticamente al Tribunal Budista de Derechos Humanos a denunciar internacionalmente a organizaciones que directa o indirectamente avalan estos crímenes contra la humanidad, como es el caso de las organizaciones llamadas Movimiento 969, Ma Ba Tha, International Buddhist Confederation, World Alliance of Buddhist Leaders y World Peace Prize Awarding Council;
Teniendo en cuenta que si existiese Siddharta Gautama en el mundo contemporáneo él preferiría la destrucción del Budismo antes que la existencia de un Budismo pervertido por la violencia y el genocidio, pues los grandes Buddhas de la historia siempre han transmitido un Camino de Amor y Paz, nunca haciendo silencio omisivo ante el Odio y la Guerra;
Afirmando que a pesar de ser sentenciados por genocidio en el Tribunal Budista de Derechos Humanos, incluso los líderes de Irán e Indonesia concuerdan en que el gobierno de Myanmar está cometiendo actividades violentas y que esta gran crisis humanitaria debe finalizar de inmediato;
Mostrando consternación por el hecho de que la ONU –que es otro gobierno sentenciado por genocidio en el Tribunal Budista- critica la limpieza étnica llevada a cabo por el Presidente de facto Aung San Suu Kyi, haciendo esta crítica de forma superficial porque nunca se ha llevado al gobierno de Myanmar a rendir cuentas ante la Justicia Internacional, lo cual demuestra la total inoperancia de la ONU para poder liderar éticamente el mundo y defender los derechos humanos;
Reafirmando que el trato discriminatorio y genocida que la dictadura cívico-militar de Myanmar brinda al Pueblo Rohingya es una violación al Derecho Budista y también una violación al Supremo Derecho Humano a la Paz;
I.                   Se expresa solidaridad absoluta con el Pueblo Rohingya, a los que se denomina como hermanos del Pueblo Búdico.
II.               Se declara que el gobierno de Myanmar liderado por el Presidente de facto Aung San Suu Kyi está incumpliendo las leyes internacionales, desarrollando un plan sistemático y generalizado de genocidio, limpieza étnica y crímenes contra la humanidad, lo cual constituyen Altos Crímenes contra la Paz.
III.            Se confirma que por cuestiones netamente económicas el gobierno de China se encuentra brindando apoyo al gobierno criminal de Myanmar.  
IV.            Se manifiesta que los miembros del Pueblo Rohingya poseen una Libertad y Dignidad intrínseca que todos los Estados y organismos internacionales deben respetar y mantener.
V.                Se afirma que la muerte de un único niño o integrante del Pueblo Rohingya constituye la muerte de toda la humanidad, pues todos los seres sintientes están interconectados y forman una unidad sagrada en la gran trama de la vida.
VI.            Se condena como falsa la asociación entre Budismo y violencia, siendo una mirada periodística infantil que malinterpreta la Verdad histórica y cultural, violando la sacralidad de la Espiritualidad Budista por medio de la difusión de estereotipos ilusorios.
VII.         Se confirma que la violencia y la guerra son instrumentos ineficaces para resolver cualquier tipo de conflicto, sólo empeorando las verdaderas causas de los problemas.
VIII.     Se establece que el Budismo siempre estuvo y estará del lado de los pobres y oprimidos, siempre buscando la Cura de su sufrimiento.
IX.            Se invoca esta Proclamación ética como un acto de justicia frente a las violaciones al Derecho Budista y los Derechos Humanos que realiza el Estado de Myanmar y la ONU.
X.                Se impugna el hecho de que el periodismo internacional escriba cientos de artículos donde se manifiesta que el Genocidio de Myanmar es apoyado por el Budismo, ignorando constantemente que el Tribunal Budista es la primer organización en precisamente denunciar y sentenciar este crimen contra la humanidad;
XI.            Se rememora las enseñanzas de Siddharta Gautama y la Espiritualidad Maitriyana, cuya sabiduría compasiva tiene la capacidad de salvar a la humanidad por medio de un liderazgo ético supremo.
Realizado dos mil seiscientos años después de la fundación e independencia de la Gran Nación Budista.
Presidente: S.E. Maestro Maitreya Samyaksambuddha


NOTIFICACIÓN sobre el Caso Julio López


Caso n° 27/2017: Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)

NOTIFICACIÓN sobre el Caso Julio López

En el día 11 de Septiembre de 2017, el Comité Internacional de Ética Budista & Tribunal Budista de Derechos Humanos se comunica con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a raíz de la noticia de que su organización ha decidido activar la denuncia contra el Estado Argentino por la falta de investigación de los funcionarios públicos sobre el triste suceso de la desaparición y posible asesinato de Julio López en el año 2006, lo cual fue denunciado ante la CIDH en Mayo de 2014 por la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos (AEDD), la Unión por los Derechos Humanos y el Comité de Acción Jurídica (C.A.J). Esto significa que durante los últimos 11 años reinó la impunidad y la falta de esclarecimiento sobre la posible muerte de Julio López, quien era testigo clave en una causa sobre secuestro y tortura durante la última dictadura militar argentina.
El Comité Internacional de Ética Budista & Tribunal Budista de Derechos Humanos considera claramente que esta activación de la denuncia presentada hace 3 años demuestra la total ineficacia de la CIDH, la cual debió haberse expedido sobre este asunto tan urgente en cuestión de días y no haberse tomado varios años para simplemente pedir al Estado Argentino que investigue. Además de ser una vergüenza la demora de la CIDH, el Tribunal Budista no puede dejar de percibir que la única razón por la que la CIDH ha decidido realizar la activación de la denuncia sobre la desaparición de Julio López es realmente el clima que existe en Argentina con respecto a la desaparición forzada de Santiago Maldonado y a la detención de Milagro Sala, casos en los que la CIDH ha funcionado rápida y adecuadamente. Esto demuestra que la CIDH no sólo no trabaja en tiempos adecuados, sino que además trabaja de forma politizada, dependiendo de las influencias políticas que tengan las denuncias y no dependiendo de los tratados internacionales de Derechos Humanos.
El Comité Internacional de Ética Budista & Tribunal Budista de Derechos Humanos solicita a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) no sólo que respete los derechos humanos colectivos de los Pueblos Budistas y de las Comunidades Tribales, sino que también funcione adecuadamente para proteger los derechos humanos individuales de todos los ciudadanos que están bajo su jurisdicción, quienes tienen derecho a acceder a la justicia y a recibir investigaciones serias y objetivas para conocer la Verdad y determinar responsabilidades vinculadas con cualquier crimen.

Con espíritu de Reconciliación (Maitri),
S.E. Maestro Maitreya Samyaksambuddha

Presidente y Juez del Comité Internacional de Ética Budista & Tribunal Budista de Derechos Humanos

NOTIFICACIÓN sobre el Senado de USA


CASO 29-2017: WORLD PEACE PRIZE AWARDING COUNCIL

NOTIFICACIÓN sobre el Senado de USA

En el día 12 de Septiembre de 2017, el Comité Internacional de Ética Budista & Tribunal Budista de Derechos Humanos se comunica con el Senado de USA a raíz de la noticia de que su institución ha entregado premios a Wan Ko Yee, quien se hace llamar a sí mismo "H.H. Dorje Chang Buddha III". Se confirma que el Comité de Ética ha declarado que esta persona está cometiendo estafas debido a que es un Falso Budista que se otorga a sí mismo un alto nivel espiritual con el fin de lucrar económicamente engañando a decenas de personas ingenuas.
El Comité Internacional de Ética Budista & Tribunal Budista de Derechos Humanos ha declarado como ilegal al premio entregado por el WORLD PEACE PRIZE AWARDING COUNCIL, quienes han sido engañados al entregar un premio de la paz a este personaje siniestro que viola el Patrimonio Cultural Budista.
El Comité Internacional de Ética Budista & Tribunal Budista de Derechos Humanos anula la Resolución del Senado de USA (112th CONGRESS  2d Session S. RES. 614  Celebrating the World Peace Corps Mission and the World Peace Prize) en el cual se celebra el premio entregado al estafador Wan Ko Yee (Dorje Chang Buddha III), alegando falsamente que este individuo realiza actividades humanitarias a lo largo del mundo.
El Comité Internacional de Ética Budista & Tribunal Budista de Derechos Humanos anula el premio United States Presidential Gold Award, entregado ilegítimamente por el gobierno del Presidente George W. Bush al estafador Wan Ko Yee, alegando supuestas contribuciones de este individuo a la Espiritualidad Budista, a la ética y a la sociedad de USA.
El Comité Internacional de Ética Budista & Tribunal Budista de Derechos Humanos no sólo declara que los senadores que promovieron esta medida incurrieron en un acto de corrupción, sino que también se ordena iniciar una investigación contra el antiguo presidente norteamericano George W. Bush.

Con espíritu de Reconciliación (Maitri),
S.E. Maestro Maitreya Samyaksambuddha

Presidente y Juez del Comité Internacional de Ética Budista & Tribunal Budista de Derechos Humanos


martes, 19 de septiembre de 2017

Declaración Budista contra el Terrorismo y la Manipulación religiosa


Declaración Budista contra el Terrorismo y la Manipulación religiosa

La United Buddhist Nations Organization expresa condolencias y envía solidaridad y amor espiritual a las miles de familias de las víctimas de los brutales actos terroristas que ocurren cotidianamente en Occidente y Oriente.
La United Buddhist Nations Organization condena rotundamente todas las formas de terrorismo, incluido el terrorismo de Estado, y también condena a todas las formas de violencia en el mundo, incluida la violencia contra la mujer y los niños, al mismo tiempo que se rechaza todo tipo de concepto de guerra justa, santa o humanitaria.
La United Buddhist Nations Organization hace frente al terrorismo por medio de la suprema fuerza de la paz y la justicia, que son los únicos valores y prácticas que pueden desarrollar un Camino de vida sano y seguro.
La United Buddhist Nations Organization busca que se investigue y sentencia a aquellos que son responsables de actos terroristas, así como a aquellos que apoyan estas actividades ilegales, aunque también se deben destinar múltiples recursos en la prevención de estos fenómenos, buscando curar las causas o raíces del sufrimiento mundial.
La United Buddhist Nations Organization respeta el sistema de normas internacionales de los derechos humanos, promoviendo las libertades fundamentales y los principios del diálogo y la coexistencia multicultural.
La United Buddhist Nations Organization considera que los múltiples ataques terroristas demuestran que la comunidad internacional ha fallado en llevar libertad, igualdad y fraternidad a cada rincón del planeta, por lo que los actos terroristas no son más que expresiones producidas por la opresión, inequidad y enemistad de los pueblos.
La United Buddhist Nations Organization declara que el terrorismo nunca será derrotado por medio de la violencia y la guerra, que realmente hacen más fuerte al terrorismo, por lo que el terrorismo sólo podrá ser derrotado por medio de la cooperación, la amistad, la reconciliación y la integración entre los pueblos.
La United Buddhist Nations Organization considera que las actuales tecnologías de redes sociales suelen facilitar la incitación y difusión de la violencia a nivel local e internacional, por lo que hacer frente al terrorismo implicará la tarea de educar a la comunidad y mostrar que la libertad de expresión no es un derecho absoluto sino que es un derecho limitado por el cumplimiento de los derechos humanos, cuyas normas prohíben la propaganda extremista que hace apología de la discriminación, violencia, terrorismo y guerra.
La United Buddhist Nations Organization solicita a los Estados y a la sociedad civil que apoye programas de Educación para la Paz, como los que enseña Maitriyana Buddhist University.
La United Buddhist Nations Organization se compromete con la tarea diplomática de continuar guiando éticamente a la Gran Nación Budista, mostrando que aquellos practicantes o líderes espirituales que participan en actos de racismo o genocidio no sólo están haciendo un Falso Budismo sino también Crímenes contra la humanidad y la paz.
La United Buddhist Nations Organization repudia la engañosa y manipuladora obra de Ken Wilber, en la cual este autor no sólo incurre en plagio y distorsión del Patrimonio Cultural Budista sino que también él acusa al Budismo de haber realizado actos terroristas con armas químicas en Japón, lo cual constituye una falsa acusación etnocéntrica debido a que los responsables de tales atentados fueron un culto no-budista llamado Aleph.
La United Buddhist Nations Organization busca financiar actividades humanitarias que hagan frente al terrorismo, apoyando simultáneamente la visión de que ninguna religión apoya al terrorismo, sino que más bien los terroristas y criminales suelen utilizar banderas religiosas ilegítimamente con el fin de manipular y engañar a la sociedad, siendo un claro ejemplo el Islam, la cual es una tradición distorsionada por terroristas que incluso atacan contra las mezquitas.
La United Buddhist Nations Organization rechaza como etnocentrismo a todo tipo de descripción peyorativa y distorsionada de antiguas civilizaciones como la Budista y la Islámica.
La United Buddhist Nations Organization continuará trabajando por la armonía interreligiosa, interespiritual e intercivilizatoria, facilitando la enseñanza de puntos en común del Budismo con el Chamanismo, el Hinduísmo, el Judaísmo, el Cristianismo y el Islamismo, pues la ética Budista es el principal arma para derrotar a la discriminación y la intolerancia, creando una cultura transnacional de paz y justicia.
La United Buddhist Nations Organization continuará apoyando la enseñanza integradora y reconciliadora de la Espiritualidad Maitriyana, al mismo tiempo que apoya la investigación y condena de aquellos que distorsionan y manipulan a las tradiciones culturales pacíficas.
La United Buddhist Nations Organization está convencida de la función extraordinaria de la Espiritualidad como instrumento adecuado para combatir a los males del mundo, como la violencia, la injusticia, la ignorancia y la contaminación, cultivando el Camino de la paz, la tolerancia, el entendimiento y el pluralismo entre los pueblos.
La United Buddhist Nations Organization contribuye a la preservación de la Espiritualidad como aspecto fundamental de la identidad y memoria de la humanidad, alentando el diálogo y la unidad entre las comunidades, naciones y civilizaciones.
La United Buddhist Nations Organization reafirma su determinación total con la defensa, protección y desarrollo del Patrimonio Cultural de la humanidad, incluido el Patrimonio Intangible que son las tradiciones espirituales, por lo que se denuncian a aquellos que distorsionan o manipulan el Patrimonio Cultural con fines violentos o comerciales.
La United Buddhist Nations Organization resalta el hecho objetivo de que las actividades terroristas constituye un problema menor, a pesar de que el periodismo y los políticos otorguen un valor totalmente emocional a este fenómeno, pues realmente la guerra, la pobreza, la ignorancia y la contaminación son los peores males del mundo que requieren urgente resolución.
La United Buddhist Nations Organization lucha contra el terrorismo por medio de instrumentos adecuados como la resistencia civil no-violenta, el pluralismo, la tolerancia, la inclusión social, el diálogo interreligioso, la democracia, los derechos humanos y el Imperio de la Ley.

26 de Agosto de 2017
Maestro Maitreya Samyaksambuddha
Presidente de la United Buddhist Nations Organization


domingo, 10 de septiembre de 2017

Informe sobre Caso Maldonado

Caso 10-2015: Argentina
INFORME SOBRE CASO MALDONADO

En el día 7 de Septiembre de 2017 el Tribunal Budista de Derechos Humanos informa sobre la posible desaparición forzada de Santiago Maldonado, miembro del grupo de acción directa Resistencia Ancestral Mapuche (RAM). Después de analizar las alegaciones por parte de testigos y familiares de la persona desaparecida, y tras analizar el comportamiento del Estado argentino, el Tribunal Budista concluye que los derechos humanos a la vida y a la integridad de Santiago Maldonado han sido violados, dado que desde el 1 de Agosto de 2017 la única información sobre su destino o paradero son testimonios de testigos que vieron el secuestro, y también información proveniente de informes clasificados que hablan de la muerte de Maldonado a manos de las fuerzas de la Gendarmería nacional de Argentina, las cuales habrían actuado con violencia tras órdenes provenientes tanto de representantes del Poder Ejecutivo como también del Juez Otranto.
El Tribunal Budista de Derechos Humanos toma en consideración sólo las denuncias de los testigos que vieron la presunta desaparición forzada de Santiago Maldonado, siendo golpeado y secuestrado por la Gendarmería argentina. Asimismo, también es tenido en cuenta el hecho de que Pablo Nocetti, jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad de Argentina, había anunciado que iban a reprimir y detener a todos los miembros del grupo mapuche.
El Tribunal Budista de Derechos Humanos afirma que el Gobierno Argentino estuvo durante varias semanas negando la desaparición forzosa de Santiago Maldonado a pesar de las pruebas testimoniales, brindando apoyo a las fuerzas de seguridad de la Gendarmería argentina responsables de la represión y negándose a investigarlas. Este acto es concordante con la actitud de negacionismo que realiza el Gobierno Argentino del Presidente Macri, en tanto que varios funcionarios han realizado manifestaciones que niegan el plan de genocidio y crímenes de lesa humanidad ocurridos durante la última dictadura militar.
El Tribunal Budista de Derechos Humanos brinda apoyo ético a las valientes acciones del Fiscal Delgado, quien ha decidido investigar al Gobierno Argentino por el delito del Encubrimiento en la desaparición forzosa de Santiago Maldonado.
El Tribunal Budista de Derechos Humanos percibe que el Gobierno Argentino ha reprimido violentamente una marcha que solicitaba la aparición de Santiago Maldonado, llegando a realizar detenciones ilegales de decenas de protestantes, lo cual es una nueva violación a los derechos humanos.
El Tribunal Budista de Derechos Humanos manifiesta que el patrón sistemático y generalizado de violaciones a los derechos humanos por parte del Gobierno Argentino, especialmente las violaciones en el sistema de justicia y en la relación con los pueblos tribales y aborígenes, muestra que no ha cambiado absolutamente nada la situación del país, siendo similar el comportamiento ilegal de la expresidente Cristina Kirchner con respecto al comportamiento del nuevo Presidente argentino Mauricio Macri, lo cual se debe a que ambos son distintas expresiones de gobierno populista.
El Tribunal Budista de Derechos Humanos solicita a la Nación Argentina que adopte las medidas necesarias para que sus gobernantes, sean presidentes, jueces o legisladores, no sólo revelen la Verdad sobre qué sucedió con la vida de Santiago Maldonado, sino también asuman el compromiso de respetar los derechos humanos de todos los ciudadanos del país.
El Tribunal Budista de Derechos Humanos condena todo acto de violencia que lastime la integridad física de cualquier persona, simultáneamente reconociendo que a la Comunidad Mapuche y al resto de los Pueblos Aborígenes no se les respeta sus derechos humanos individuales y colectivos garantizados por instrumentos del Derecho Internacional, padeciendo genocidios y crímenes contra la humanidad que han quedado impunes a lo largo de cientos de años.
El Tribunal Budista de Derechos Humanos afirma que el Pueblo Mapuche está siendo perseguido violentamente en Chile, por lo que se ordena iniciar una investigación contra el gobierno chileno por posibles violaciones a los derechos humanos de las comunidades tribales.
El Tribunal Budista de Derechos Humanos es un órgano autónomo que responde tanto al sistema legal de la Nación Budista como también tiene el mandato de respetar las libertades fundamentales y los derechos naturales de todos los seres sintientes del planeta, actuando como órgano de supervisión ética en el mundo.

Siempre con espíritu de Reconciliación (Maitri),
S.E. Maestro Maitreya Samyaksambuddha
Presidente y Juez del Tribunal Budista de Derechos Humanos




miércoles, 6 de septiembre de 2017

Sentencia del Caso “Supreme Court of the Russian Federation”


Caso n° 30/2017: Supreme Court of the Russian Federation

SENTENCIA ÉTICA
Estimados Fiscal, Defensor Público, Embajador y Miembros del Jurado del Comité Internacional de Ética Budista (CIEB) y Tribunal Budista de Derechos Humanos (TBDH), respecto del Caso 30-2017 contra la “CORTE SUPREMA DE LA FEDERACIÓN RUSA”, por medio de la presente, en el día 6 de Septiembre de 2017, se deja constancia de que se ha concluido el juicio del Tribunal Budista para analizar la violación a la Ética Budista y los Derechos Humanos realizada por el acusado. Este Caso ha sido llevado a cabo a partir de las implicancias jurídicas que conlleva la Declaración Universal sobre los Derechos de los Pueblos Budistas y Comunidades Espirituales.
Luego del análisis de la presentación del Caso y la validación de pruebas, se ha procedido con la votación de 3 miembros del Jurado, todos los cuales han sentenciado como Responsable a la “Corte Suprema de la Federación Rusa” por los graves delitos de VIOLACIÓN AL DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS y VIOLACIÓN A LOS DERECHOS DE LAS COMUNIDADES ESPIRITUALES. Las acciones de la “CORTE SUPREMA DE LA FEDERACIÓN RUSA” al perseguir y violar los derechos humanos individuales y colectivos de la Comunidad Espiritual llamada “Testigos de Jehová” han producido un enorme daño contra la dignidad y respeto que merece este grupo cristiano pacífico, pero también han producido un daño contra el Imperio de la Ley Internacional de los Derechos Humanos, el cual está siendo gravemente atacado dentro de la Federación Rusa. Estos actos demuestran que los miembros de la “Corte Suprema de la Federación Rusa” han violado el derecho humano a la libertad de expresión y creencia, contribuyendo a mantener el status quo de opresión que existe en Rusia. Aunque el hecho de prohibir a grupos supuestamente religiosos que cometen crímenes internacionales sería una acción correcta por parte de la “CORTE SUPREMA DE LA FEDERACIÓN RUSA”, tal y como ha sucedido con la prohibición de la Cienciología y el Aleph, en cambio, en el caso de los Testigos de Jehová simplemente se trataría de una prohibición ilegal y discriminadora que viola los Derechos Humanos, pues este grupo no representa ningún tipo de daño a la sociedad. Mientras que la Cienciología y el Aleph han sido acusados de crímenes contra la humanidad, lo cual ameritaría su prohibición y persecución en Rusia, por otra parte, los Testigos de Jehová simplemente han tenido creencias apocalípticas y no recomiendan las transfusiones de sangre, lo cual no constituye ningún tipo de razón válida para la prohibición de esta comunidad espiritual. Del mismo modo que se ha percibido con el “Caso Tribunal Supremo de Justicia Venezolano”, las instituciones jurídicas de regímenes populistas producen un continuo avasallamiento contra los derechos humanos y las libertades fundamentales, cuya defensa debería constituir el núcleo de todo comunismo verdadero. En este sentido, el Tribunal Budista de Derechos Humanos establece que la “CORTE SUPREMA DE LA FEDERACIÓN RUSA” ha violado los derechos humanos individuales y colectivos que posee la Comunidad Espiritual de los Testigos de Jehová. Por lo tanto, el Tribunal Budista le ofrece a la “CORTE SUPREMA DE LA FEDERACIÓN RUSA” una Sentencia Ética como modo de enseñanza jurídica sobre la Justicia Recta y Adecuada, lo cual debe ser incorporada dentro del Noble Sendero de la Espiritualidad Budista. Si la “CORTE SUPREMA DE LA FEDERACIÓN RUSA” deja de violar los derechos humanos y comienza a ser inspirada por los valores socialistas que fundaron su nación, entonces esto asegurará un funcionamiento adecuado de su sistema de justicia. Para tal fin, la “CORTE SUPREMA DE LA FEDERACIÓN RUSA” tiene mucho que aprender sobre las implicancias de un Socialismo Verdadero y una Nueva Política.
El Derecho Budista es una Cura (Nirvana) o antídoto ético al escepticismo de la civilización capitalista, siendo un modelo de rigurosidad analítica-existencial-libertaria al momento de considerar cómo los gobiernos han traicionado el proceso revolucionario.[1] Frente a un camino de progreso zigzagueante de la humanidad, lleno de avances, retrocesos y desvíos, Gautama y Trotsky han sido grandes incitadores para que los aprendices sigan avanzando hacia la meta o Propósito (Dharma). Aunque la humanidad suele injuriar, difamar y sacrificar a sus guías, los maestros espirituales nunca detienen su marcha hacia adelante, rindiendo un homenaje supremo al futuro evolutivo del ser humano, por lo que atesoran en su memoria la mejor sabiduría compasiva (prajña-karuna) como faro hacia el porvenir. Este es el motivo por el que los Seres Libres e Iluminados (Arhats-Bodhisattvas) entregan su sangre al proyecto de un mundo mejor, sabiendo que con cada gota de su fuerza vital nutren la semilla del Despertar (Bodhi) de la sociedad. Aunque el Maitriyana no sea admirado por el ambiente intelectual oficial de la época contemporánea, sus exposiciones sobre teoría y práctica contemplativa se revelan como una fuente de inspiración para las nuevas generaciones de la izquierda profética y revolucionaria. Al denunciar polémicamente al estatismo, progresismo y populismo como falsos movimientos revolucionarios, el Derecho Budista abre un Camino hacia la verdadera Liberación de la humanidad. En efecto, Gautama y Trotsky supieron plasmar con sus palabras a la meditación libertaria como ejercicio de vitalidad supraindividual, exhortando al sujeto a no renunciar a la luz de la utopía en medio de las más oscuras tinieblas de la historia. Por ello, el Maitriyana resulta indeseable en la comodidad de la codicia, el atajo del odio y el pragmatismo del engaño. El Derecho Budista no es entonces una reflexión pasiva sobre lo inevitable, siendo una actitud contemplativa activa que orienta a los aprendices hacia el cumplimiento de sus más nobles potenciales. Justamente, a partir del aislamiento, Gautama y Trotsky generaron un instrumento único de conexión con el presente, ayudando al ser humano a participar en grandes acontecimientos y abriendo la posibilidad del futuro a partir de la acción revolucionaria, aunque tuvieron diferencias en cómo consideraron válido a dicho accionar. Gracias a la fuerza de su inquebrantable fe en la liberación de los oprimidos del mundo, los maestros espirituales desarrollan una lógica dialéctica paradojal, un pensamiento superior y una acción implacable. En efecto, el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) reflexiona sobre el pasado, percibe el presente y conquista el futuro. Así, el Derecho Budista resalta como el principal movimiento que denuncia al comunismo dictatorial, cuyo ejemplo fue el de Stalin y Mao, por lo que se debe librar una colosal batalla ética para defender la revolución socialista de una forma pacífica, equitativa, culta y ecológica. En concordancia con Gautama y Trotsky, el Maitriyana se posiciona como un Camino complejo y apasionante de revolución permanente, lo cual es una estrategia política irrenunciable para todo sujeto revolucionario, debido a que la inclinación hacia el status quo es una incapacidad de preparación de las condiciones del Despertar (Bodhi). El Derecho Budista hace frente contra el poderío del comunismo dictatorial y burocrático, desafiando su autoridad ética y asumiendo la posición de referencia mundial indiscutible. De esta manera, dos mil seiscientos años de experiencia de la comuna espiritual (sangha) permiten al Maitriyana poder calificar a las dictaduras comunistas como una perversión y traición de la visión de Marx, pues generaron la existencia de una nueva aristocracia en lo más alto del Poder Estatal, la cual fue capaz de realizar genocidios y crímenes de lesa humanidad contra el pueblo al que dijo representar, como sucedió en la Unión Soviética durante los Procesos de Moscú de 1936 y 1937 cuando se asesinaron a 600 mil opositores políticos o críticos de Stalin bajo cargos de traición.[2] En este sentido, la articulación Gautama-Trotsky señala que en la posición antidemocrática y genocida del comunismo autoritario no hay ni una sola pizca de socialismo. Obviamente, la opresión sobre campesinos, el dominio de una clase social por sobre las demás, la barbarie de la cultura capitalista y el control estatal fascista no permiten a la humanidad lograr la Ascensión al estilo de vida comunal que permite la autorrealización de la vida. Esto se debe a que el desarrollo político, económico, cultural y medioambiental de la sociedad determina las posibilidades de realización y trascendencia. El maestro espiritual alienta al sujeto a enriquecerse no materialmente sino a través de una evolución pacífica, equitativa, culta y ecológica. Todos estos cuatro pilares sociales apuntan al núcleo estratégico de la revolución internacional del Derecho Budista, como proceso de Cura (Nirvana) de la guerra, la pobreza, la ignorancia y la contaminación. Frente al poder ilimitado del Estado, que es realmente una organización pobre en ideas y rica en errores, el Maitriyana busca la democratización del mundo, evanesciendo la burocracia estatal al devolverle el Poder a la sociedad.
El Derecho Budista denuncia que el apego hacia el Estado burgués parece ser una actitud acrítica compartida por gobiernos de derecha y de izquierda, por lo que toda senda ética de desapego debe combatir pacíficamente al Estado como la expresión de relaciones sociales de sometimiento y alienación que conducen al conflicto y la miseria. El Maitriyana confirma que en realidad Karl Marx buscó el horizonte libertario del debilitamiento del Estado, en lugar del reforzamiento de sus estructuras burocráticas que sucede con la consolidación del comunismo dictatorial o autoritario. Por ello, el Derecho Budista confirma que la dictadura no es la vía correcta para pasar de la sociedad burguesa a la sociedad comunista, siendo la vía adecuada la abolición de la codicia, el odio y el engaño. La lección de la articulación Gautama-Trotsky, como pioneros e iniciadores de la revolución social, es que la defensa del estilo de sociedad comunista debe ser una transformación que libere a la sociedad de la burocracia y despotismo de la casta Estatal,[3] la cual es la verdadera forma de la contrarrevolución. En efecto, la casta gobernante o clase dominante se aísla de la sociedad en la medida en que ésta se superficializa y desentiende de la transformación política, reprimiendo el hecho de que el Despertar (Bodhi) del pueblo es la única vía revolucionaria de la Salvación mundial. La senda analítica-existencial-libertaria del Maitriyana, desarrollada durante dos mil seiscientos años, es nada menos que la Liberación del ser humano, lo cual indudablemente requiere la superación marxista-anarquista del Estado, de la propiedad privada y también de la religión, en tanto que estas instituciones son las más opresivas en la historia de la humanidad. El Derecho Budista evita caer en los extremos del nihilismo y la metafísica, ofreciendo un método revolucionario y una actitud metapolítica que aborda éticamente la vida cotidiana para señalar la vía hacia la transformación y evolución. En definitiva, las experiencias de vida de Gautama y Trotsky, plenas de éxitos y fracasos, no conducían al pesimismo, indignación, fatiga, furia o repulsión, pues fueron alimentadas por la llama de la pasión revolucionaria, cuya intensidad y brillo evidenciaba un carácter superior, un temperamento indestructible y una fe en el claro y brillante futuro de la humanidad. Esta confianza en la razón contemplativa, la Verdad y la solidaridad que habita en la naturaleza del ser humano es lo que acompaña la vida de los maestros espirituales, la cual siempre es íntegra frente al sufrimiento y el fracaso.
El Maitriyana es una vía integrativa que reúne con entusiasmo lo mejor del pasado y simultáneamente realiza la tarea crítica de la renovación cultural del mundo, introduciendo una novedad espiritual que remite paradójicamente a un saber arquetípico y perenne. Esta recreación es producto de la decepción profunda que genera la era capitalista y su cultura de la superficialidad. Existe indudablemente en el Derecho Budista una clara orientación hacia el futuro de la humanidad, no en forma de expectativa sino más bien en forma de evolución. El Maitriyana abarca los mejores saberes del pasado, no por cuestión de nostalgia, sino porque ese conocimiento cumbre (satori) es esencial para no caer en la superficialidad tecnológica del mundo contemporáneo, buscando la realización de la Edad Dorada de sabiduría compasiva (prajña-karuna) que han avizorado todos los maestros espirituales de la historia. Así, cuando el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) enseña a estar plenamente en el presente, en el aquí y ahora, en realidad no enseña a conformarse con el status quo sino más bien a percibir las cosas tal como son, sin las ilusiones de las creencias e ideologías. Así, en las sentencias que realiza el Derecho Budista se percibe su función y sus posibilidades como guía ética de la sociedad. Precisamente, el deber y la aspiración del Maitriyana es recrear el saber originario que resulta tanto pasado como futuro. Esto implica que el maestro espiritual es la encarnación de una singularidad cultural, produciendo una Espiritualidad simultáneamente antigua y nueva. La lógica dialéctica paradojal es clave para pensar y buscar esta Verdad trascendente, pues al prestar Atención Plena al presente el aprendiz puede comprender lo que sucede a su alrededor y transformarlo, siendo tanto herencia como cambio. Al mismo tiempo, el Derecho Budista constituye una identidad jurídica muy religada al concepto de lo nuevo, siendo la superación de la vieja justicia, aunque ciertamente esta contracultura está integrada al sistema jurídico tradicional de los Pueblos Budistas. En este sentido, se busca una nueva justicia desde un posicionamiento de regresión dialéctica que resurge a la tradición espiritual del pasado. Por ello, en el Maitriyana evolucionar es volver a las fuentes, realizando una ruptura que siempre es respetuosa con los precedentes. De este modo, el Derecho Budista es productor y crítico, buscando crear con esperanza el mejor de los mundos posibles, yendo siempre hacia adelante en búsqueda de lo originario y verdadero.  El Maitriyana es una nueva perspectiva o paradigma de política, defendiendo los derechos humanos frente a la corrupción, la violencia y la impunidad. Se trata de una Nueva Era Política porque plantea la posibilidad de construir un sistema de civilización espiritualmente orientada, tal y como lo hizo la Civilización Búdica del pasado, la cual se caracterizó por tres ámbitos en armonía: la relación de la comuna espiritual (sangha) con el Estado, la purificación ética de la sociedad y la asunción del pacifismo como estilo de vida. De acuerdo con la tradición del Derecho Budista, en lugar de edificar un Estado totalitario –sea capitalista o comunista- en cambio se debe buscar erigir el Imperio de la justicia social. Para esto es fundamental que los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, especialmente cuando no hay división entre ellos, sean supervisados por la ecuanimidad, la independencia y la ética de la comuna espiritual (sangha). Así, el Discurso Analítico-Existencial-Libertario (Buddha-Dharma-Sangha) se posiciona en el mundo contemporáneo como máximo defensor de las libertades fundamentales y derechos humanos. Esta Espiritualidad socialmente comprometida no debe proveer bendición moral a los gobiernos ni sacralizar las figuras de los presidentes, sino que más bien debe controlar o supervisar éticamente las actividades y objetivos de los Estados. Por ello, los gobiernos deben ser criticados desde una posición democrática superior, denunciándose cada acto negativo que realicen. El Maitriyana es ciertamente una Justicia sabia y compasiva, aunque esto no implica hacer silencio o indiferencia ante los crímenes contra la humanidad y la paz. Esta voluntad ética purificadora que caracteriza al Derecho Budista lo asocia a movimientos revolucionarios que reformaron las sociedades del pasado. Incluso si en la actualidad el Maitriyana es una estructura minoritaria y no partidista, indudablemente es el germen del mundo del futuro, teniendo el coraje y la autoridad espiritual para señalar la vía hacia la Cura (Nirvana) del sufrimiento de la sociedad en el aquí y ahora. Éste es el gran espíritu democrático del Derecho Budista como defensor de la dignidad intrínseca de la vida, luchando contra la marginación y discriminación. De este modo, el Maitriyana denuncia al fascismo, totalitarismo y populismo como sistemas ideológicos, opresivos, manipuladores y antagonizadores que suelen dañar al pueblo con su codicia, odio y engaño. El bienestar y la prosperidad no son algo que los líderes traen, sino que realmente son un horizonte que la sociedad debe trabajar a diario. Los políticos honestos, al igual que los Seres Libres e Iluminados (Arhats-Bodhisattvas), sólo generan las condiciones esenciales para que sea el propio sujeto el que logre el progreso de la mano del esfuerzo y las acciones correctas, las cuales son las verdaderas herramientas de la transformación. El Derecho Budista enseña una oportunidad, fomentando el desapego, la amistad y la Verdad como dinámica del Despertar (Bodhi) de la sociedad. Esto implica vivir con razón y equilibrio, eligiendo pacientemente siempre la mejor alternativa posible. Éste es el gran compromiso que asume todo aprendiz en su vida cotidiana. En este sentido, los maestros espirituales son agentes de cambio y transformación, enseñando a la ciudadanía a dar el trascendente paso por el sendero de una Nueva Era Política tras la comprensión de que el porvenir de la humanidad está en sus propias manos y no en las manos de los gobiernos. Sólo así se puede reordenar la política y la justicia, abandonando el énfasis en intereses egoístas para ir hacia la búsqueda del bien general.  La unidad y evolución de la humanidad, que es el Propósito (Dharma) del Maitriyana, no significa la inexistencia de conflictos, sino más bien la existencia de una tendencia superadora, recreando la lógica dialéctica paradojal que trasciende a todo dualismo y polos opuestos. La tarea del Derecho Budista es entonces recrearse como parte de los pueblos tribales autónomos con capacidad política, económica, cultural y medioambiental, pero también se trata de ser una guía en el mundo, mostrando consideración por los miembros de la comunidad internacional mientras se busca que todos los seres disfruten de mayores niveles de Libertad, Igualdad y Fraternidad, como concreción del genuino plan de vida del ser humano. Este estilo de la Nueva Era Política no es elitista sino profundamente democrático, considerando que la futura civilización de rectitud sólo puede acontecer con el esfuerzo de toda la humanidad. La alternativa del Maitriyana vislumbra una síntesis histórica entre el capitalismo de derechos humanos y el comunismo revolucionario, careciendo de barbarie y autoritarismo en su pura vocación de servicio a los demás. Esta responsabilidad social busca el mejor de los mundos posibles en el presente, aprendiendo a dejar de repetir los vicios y errores del pasado para poder liderar o guiar a la humanidad hacia el futuro. El Derecho Budista sintetiza las virtudes del ser humano para poder proclamar una Nueva Era Política de democracia directa y participación social libertaria en los campos político, económico, cultural y medioambiental. Se trata de que los pueblos recuperen democráticamente el poder que ha sido apropiado por los gobiernos y las corporaciones. Por lo tanto, esta contracultura metapolítica tiene capacidad para transformar el mundo, siendo una tendencia novedosa postmoderna. Al ser el máximo representante del ideal jurídico-político, el Maitriyana se diferencia de los movimientos que aceptan o contribuyen a la miseria y alienación de la sociedad.   Frente a la arrogancia y omnipotencia de los gobiernos, el Derecho Budista busca la unión y reconciliación de la humanidad para recobrar los valores éticos y la Espiritualidad que han sido perdidos. El Discurso Analítico-Existencial-Libertario (Buddha-Dharma-Sangha) ha sido en la historia una contundente resignificación de prácticas sociales como la paz, la justicia, la educación y la ecología, criticando y supervisando a los gobiernos que avasallan contra las libertades fundamentales y los derechos humanos. Apelando al diálogo y la unidad para alcanzar el Propósito (Dharma) de la evolución de la consciencia, de las ideas y de la sociedad, el Maitriyana convoca a todas las naciones a aprender el arte de la Nueva Era Política, cuyo sistema de Poder está basado en la transformación y en la democracia directa. Este proyecto social es fundamental para combatir el belicismo, la corrupción, la prostitución, la indigencia y el narcotráfico, en tanto vicios sociales que deben ser purificados o reducidos. Así, la justicia del Derecho Budista no sólo es un Poder independiente de los Estados, sino que además es un sistema de supervisión ética de toda la comunidad internacional. Este gran objetivo o meta es la verdadera declaración de principios políticos del Maitriyana, manifestando el compromiso para construir una Civilización regida por la Ley, motivo por el que se aporta la necesaria guía espiritual para que los países puedan corregir sus errores sin necesidad de esperar soluciones mágicas. El resultado de este proceso es un beneficio para toda la humanidad, universalizando la protección social para crear un mundo sin guerras, pobreza, ignorancia y contaminación. Esta revolución del Derecho Budista es la promesa de la ética del crecimiento y la superación, abriendo una nueva esperanza para hacer frente a los males que padece el mundo, siempre con la fuerza de la Verdad.   Esta Nueva Era Política es claramente una trascendencia del capitalismo barbárico, del comunismo dictatorial y del populismo autoritario, que suelen requerir una concepción dualista basada en la división de la sociedad. En este sentido, el Maitriyana requiere una síntesis dialéctica, eligiendo el Camino de la Reconciliación. De este modo, el Derecho Budista está más allá tanto del nacionalismo como del colonialismo, siendo más bien un internacionalismo sano y adecuado que siempre escucha atentamente a los demás. Por ello, el diálogo político y jurídico es fundamental para el Maitriyana, asumiendo el desafío de construir un liderazgo ético revolucionario que enseña a la humanidad cómo convivir con sabiduría compasiva (prajña-karuna). El Derecho Budista es el amanecer de una Nueva Era Política basada en el nuevo estilo de la Justicia, la Verdad y la razón utópica. En definitiva, el arte del debate y el acuerdo significa conciliar puntos de vista y no disolver todos los posicionamientos en un consenso autoritario, religioso y populista. De este modo, Siddhartha Gautama y Abraham Lincoln concuerdan en que el gobierno únicamente debe ser de la humanidad, por la humanidad y para la humanidad. El Maitriyana denuncia entonces que la democracia directa –o el gobierno por la propia sociedad- es una necesidad imperiosa para el mundo contemporáneo. La comuna espiritual (sangha) de la Nación Budista internacional tiene dos mil seiscientos años de experiencia en consejos comunales tribales y asambleas republicanas democráticas, por lo que el Derecho Budista tiene un conocimiento cumbre (satori) que garantiza la independencia de la Justicia, incluso estableciendo límites a los Seres Libres e Iluminados (Arhats-Bodhisattvas) para que no dispongan de poderes absolutistas. En definitiva, el Maitriyana está en el mundo para ofrecer una guía ética, lo cual implica que los ricos y poderosos rindan cuentas y sean responsables de sus actos, y así no reine la impunidad.
En conclusión, el Tribunal Budista de Derechos Humanos tiene el Propósito (Dharma) de crear un mundo recto y justo regido por la Ley Suprema, lo cual implica criticar a tribunales que fallen en desarrollar una Justicia Adecuada. Por lo tanto, se establece que la “CORTE SUPREMA DE LA FEDERACIÓN RUSA” está violando a los derechos de las Comunidades Espirituales, especialmente quebrantando los derechos individuales y colectivos de los Testigos de Jehová. Indudablemente, las Cortes nacionales necesitan de una supervisión ética desapegada y que no responda a intereses hegemónicos, como es el Tribunal Budista de Derechos Humanos. Sin un Propósito ético las Cortes nacionales se convierten en meros aparatos estatales que sirven a los oscuros designios de los gobernantes, en lugar de contribuir al bienestar social. Únicamente practicando el Camino de la Justicia Adecuada, tal y como lo prescribe el Derecho Budista, las Cortes nacionales podrán funcionar eficazmente y respetarán los derechos fundamentales de todos los ciudadanos, recordando en todo momento que la injusticia es un cáncer social. De esta manera, el Caso sobre la “CORTE SUPREMA DE LA FEDERACIÓN RUSA” constituye una gran enseñanza para las cortes nacionales de todo el mundo, demostrando perfectamente que sin solidaridad, Verdad y respeto por los derechos humanos entonces las sociedades se pierden en la opresión.
Por otra parte, se deja constancia de que la Corte Europea de Derechos Humanos recientemente ha sentenciado contra la “CORTE SUPREMA DE LA FEDERACIÓN RUSA” por haber prohibido al peligroso culto de la Cienciología. Sobre este asunto en particular, dado que se alegan crímenes de lesa humanidad por parte de la Cienciología, el Tribunal Budista de Derechos Humanos coincide con la “CORTE SUPREMA DE LA FEDERACIÓN RUSA”, solicitando que se incumpla dicho fallo de la Corte Europea. En consecuencia, se ordena a la Fiscalía del Tribunal Budista investigar tanto a la Cienciología como a la misma Corte Europea de Derechos Humanos.
Siguiendo el Camino del Maestro Gautama, quien sembró las bases de la Justicia Adecuada, el Tribunal Budista de Derechos Humanos supervisa que las cortes nacionales e internacionales sean rectas, justas y éticas, nunca traicionando los derechos humanos y las libertades fundamentales, por lo que se ha sentenciado a la “CORTE SUPREMA DE LA FEDERACIÓN RUSA” como Responsable de VIOLACIÓN AL DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS y VIOLACIÓN A LOS DERECHOS DE LAS COMUNIDADES ESPIRITUALES.
Con espíritu de reconciliación (maitri),
Maestro Maitreya Samyaksambuddha
Presidente y Juez Espiritual del Comité Internacional de Ética Budista (CIEB) y Tribunal Budista de Derechos Humanos (TBDH)




[1] L. Trotsky, La revolución traicionada.
[2] Moshe Lewin, El siglo soviético.
[3] L. Trotsky, La revolución traicionada.