Caso n° 28-2017: “UNESCO & Director-General
Irina Bokova”
SENTENCIA ÉTICA
Estimados Fiscal, Defensor Público, Embajadores y
Miembros del Jurado del Comité
Internacional de Ética Budista (CIEB) y Tribunal Budista de Derechos Humanos (TBDH), respecto del Caso 28-2017
contra la UNESCO & Director-General Irina Bokova, por
medio de la presente, en el día 24 de Julio de 2017, se deja constancia de que
se ha concluido el juicio del Tribunal Budista para analizar la violación a los
Derechos Humanos realizada por el acusado. Este Caso ha sido llevado a cabo
como consecuencia de múltiples casos previos, como el “Caso Ole Nydahl”, el “Caso Asociación UNESCO de Málaga”, el “Caso AECID”, el “Caso Wix & Weebly” y el “Caso
ONU”.
Luego del análisis de la presentación del caso y la
validación de la gran cantidad de pruebas, se ha procedido con la votación de 9
miembros del Jurado, existiendo 1 voto de “Insania” y 8 votos de “Responsable” para la UNESCO & Director-General Irina Bokova por los
graves delitos de Discriminación, Corrupción, Complicidad con violaciones a los Derechos
Humanos y Complicidad con Crímenes
contra la Paz.
Las acciones de la UNESCO & Director-General Irina
Bokova son evaluadas utilizando los
mismos criterios éticos y jurídicos desarrollados previamente con el “Caso Norwegian Nobel Committee”, pues
al otorgar premios de la paz a criminales se establece una complicidad directa
con sus acciones, lo cual implica que la UNESCO
ha estado realizando violaciones contra la Paz
Adecuada (Samma-Santi). Esta complicidad con violaciones a la paz mundial y
los derechos humanos ha sido causada por las actitudes discriminatorias y
corruptas de poderosos miembros de la UNESCO.
En efecto, cuando los burócratas traicionan los principios nobles y éticos de
las organizaciones a las que pertenecen, entonces deben rendir cuentas de sus
acciones. Dado que la UNESCO está fundada en valores éticos, humanitarios y
pacifistas, el Tribunal Budista de Derechos
Humanos tiene una excelente capacidad para poder evaluar cuándo se incurre
en mal comportamiento, especialmente cuándo se quebranta la naturaleza misma de
la Paz y el Conocimiento Adecuado.
El Tribunal
Budista de Derechos Humanos sentencia que la UNESCO & Director-General Irina
Bokova es Responsable de Discriminación,
Corrupción, Complicidad con violaciones a los Derechos Humanos y Complicidad con Crímenes contra la Paz, por
haber mantenido prácticas corruptas dentro de su organización, por haber permitido
la profanación del símbolo de la UNESCO
en el Premio a Ole Nydahl, por no quitar la membrecía de la UNESCO a países que violan los derechos
humanos, por crear un premio internacional que lleva el nombre de un presidente
tirano que ha realizado crímenes contra la humanidad, por mantener actitudes
discriminatorias contra el pueblo judío, y por otorgar premios de la paz a gobiernos
belicistas y organizaciones corruptas. Sin embargo, lo profundamente terrible
de la UNESCO no es la comisión de
las acciones ilegales, sino más bien la impunidad que goza al cometerlas, pues
se falla en prevenir y también se falla en castigar tales crímenes
internacionales. En lugar de apoyar ética o materialmente a las millones de
organizaciones no gubernamentales que construyen diariamente un mundo mejor,
que son genuinos campeones de la paz
(Santi-raja), la UNESCO apoya a
criminales internacionales que construyen un mundo de guerra e injusticia
social. Este tipo de mal comportamiento por parte de la UNESCO, tal y como se ha observado en el “Caso ONU”, se debe claramente a la inmunidad que goza la
organización y sus miembros, lo cual le permite cometer delitos con total
impunidad. No obstante, aunque goce de impunidad política y económica, la UNESCO no goza de impunidad ética, pues
a los ojos del Tribunal Budista de
Derechos Humanos esta organización es Responsable de crímenes
internacionales, incumpliendo con su Propósito fundacional de sembrar la paz en
la mente y corazón del ser humano, lo cual es una antigua idea budista. Al
igual que la ONU y el Norwegian Nobel Committee, la UNESCO ha violado la santidad del supremo
derecho humano a la paz, ignorando la necesidad que tiene el mundo de tener un
pensamiento adecuado que guíe a la humanidad hacia la buena vida.
A diferencia de las poderosas organizaciones
internacionales, el Maitriyana aporta a toda la humanidad un Nuevo Pensamiento
para la creación de una Nueva Civilización y una nueva Evolución Cultural,
brindando alternativas contrahegemónicas integrales para que los pueblos tengan
una nueva política, economía, cultura y ambiente. Al ser un movimiento abierto
a las experiencias revolucionarias de toda la historia, la Espiritualidad
Budista produce un cambio educativo en diversos países, haciendo visible los
extraordinarios resultados que tienen las prácticas contemplativas,
sapienciales y éticas. Los conocimientos ancestrales que transmite el
Maitriyana son reveladores, pues diseñan los contenidos de un mundo mejor en el
aquí y ahora, analizando y ofreciendo soluciones a los males globales de la guerra,
la injusticia social, la ignorancia y la contaminación. De esta manera, la
Espiritualidad Budista busca la reforma de la civilización por medio de la unidad en la diversidad, lo cual es un
proceso que depende exclusivamente de la defensa de la libertad, igualdad y
fraternidad. Sin embargo, si estos valores trascendentales no son enseñados
como los pilares de la vida psíquica y social, entonces los ámbitos educativos
se convierten en meros transmisores del status quo, siendo algo en lo que
claramente participa la UNESCO. Así,
el Pensamiento del Maitriyana es un Pensamiento Abierto a las alternativas que
emergen en el contexto del Camino utópico, ratificando la importancia de
recuperar el espíritu revolucionario que siempre busca la buena vida de todos los
seres. La Espiritualidad Budista integra sabiduría y compasión dentro de un
Camino de conocimiento universal, motivo por el que tiene la capacidad para
guiar a todos los pueblos del mundo hacia el Despertar y la Liberación. Aunque
este conocimiento cumbre está excluido del ámbito educativo oficial, el
Maitriyana trabaja cotidianamente por hacer accesible a todo el mundo la
posibilidad de acceder a un saber capaz de regenerar una nueva civilización y
una nueva humanidad. Esta tendencia transformadora de la educación se
diferencia enormemente de la tendencia de la UNESCO hacia el status quo, a pesar de que esta organización
internacional posee gigantescos recursos para abrir un nuevo horizonte
cultural. La revolución educativa transdisciplinaria de la Espiritualidad
Budista enseña a la humanidad la posibilidad de un constante autoanálisis,
junto con el reconocimiento de la complejidad de la interexistencia y la
esperanza de construir una nueva civilización. Así, el Maitriyana es la reforma
del pensamiento por medio del Despertar (Bodhi) de la mente abierta, buscando
la Cura (Nirvana) de los males del mundo por medio del entrenamiento de la
capacidad sabia y compasiva de la humanidad. Esto implica necesariamente
orientar la educación hacia la evanescencia de patrones destructivos en los
pensamientos, palabras y actos, transformando al sistema educativo por medio de
tres ejes fundamentales: el metapsicológico,
el metafilosófico y el metapolítico, que en la obra de Edgar Morin serían
llamados lo ontológico, lo epistemológico
y lo antropo-ético. Estos tres ejes han sido simultáneamente desarrollados
durante dos mil seiscientos años por la Espiritualidad Budista, explicitando
las cegueras del conocimiento ordinario para reorientar la sociedad hacia la Iluminación
del conocimiento cumbre. Precisamente, los maestros espirituales enseñan a la
humanidad a construir su futuro en el mismo acto del presente, en vez de
simplemente padecer los efectos del pasado. De esta manera, el Maitriyana
enseña una racionalidad abierta e intuitiva, que se opone rotundamente a la
racionalidad cerrada y conclusiva del sistema educativo oficial. Por ello, la
Espiritualidad Budista acerca conocimientos imprevisibles, nuevos y emergentes,
creando las condiciones psíquicas y comunitarias que favorecen la creatividad y
el descubrimiento de la Verdad. Esta capacidad para la reinvención de la
realidad, que es el arte de vivir y convivir, es lo que se ha perdido en la educación
oficial, dentro de la cual obviamente se encuentra la UNESCO. El sistema educativo oficial carece de la amplia y profunda
epistemología que se necesita para reformar el pensamiento y resolver los
problemas del mundo, motivo por el que el Maitriyana busca curar esta
insuficiencia a través de metodologías espirituales de vanguardia en contextos
educativos. Se trata de un cambio de paradigma desde la ciencia materialista a
una ciencia contemplativa, reflexiva y crítica, desarrollando procesos formadores
para la buena vida como cosmovisión que
preserva a la dignidad intrínseca de la humanidad y de la Madre Tierra. Sólo
por medio de la reforma compleja del pensamiento es que emergerá un nuevo tipo
de civilización nutrida por la humildad y el desapego. En este sentido, la
Espiritualidad Budista trabaja en transmitir una educación liberadora para que
los pueblos puedan conscientemente ejercer la sacralidad intrínseca de la vida.
Las enseñanzas del Maitriyana para el desarrollo de una nueva civilización comprensiva,
reflexiva y solidaria restauran los valores trascendentales con la promoción de
una educación ética, dialéctica y empática. De este modo, las tradiciones de la
Espiritualidad Budista son estilos que producen conocimientos especiales y
significativos sobre la realidad, construyéndola y reconstruyéndola a cada
instante por medio de un proceso educativo para toda la vida. El Maitriyana es
el acontecimiento de la razón abierta que reconcilia múltiples saberes
psíquicos, filosóficos, artísticos, científicos y sociales dentro de una
Espiritualidad Integrativa, por lo que representa la máxima oportunidad para el
cultivo del autoconocimiento, la serenidad y la no-violencia. La Espiritualidad
Budista construye ambientes de aprendizaje y diálogo, relacionándose con
disciplinas verdaderamente abiertas a la Verdad multidimensional. El Maitriyana
funciona entonces como una comunidad de investigación, enseñanza e innovación
que propicia el desarrollo de nuevos modos integrales de ser en el mundo. Este
espacio creativo y antidogmático está dedicado a discutir multiplicidad de
saberes y modos de existir, reflexionando y transmitiendo conocimientos no
abordados por la estructura formal del sistema educativo global. La gestación
de este Camino educativo de la Espiritualidad Budista tiene dos mil seiscientos
años, por lo que hay muchísima experiencia para compartir a instituciones de
todo el mundo, entre las cuales se encuentra la UNESCO. Los saberes plurales e integrales del Maitriyana conforman
un espacio de metamorfosis del pensamiento, lo cual se vincula directamente con
la regeneración de la civilización, incluso aunque no exista apoyo de las
estructuras institucionales y burocráticas de la enseñanza oficial. Al
desarrollar espacios más flexibles, dinámicos, libres e iluminados, la
Espiritualidad Budista es una incubadora de creatividad e ideas revolucionarias
para construir un mundo mejor, considerando a la realidad siempre como abierta,
imprevisible e inesperada. El Maitriyana enseña a respetar todos los seres
sintientes para poder enseñar el verdadero sentido de la buena vida por medio
de la fuerza del amor, mostrando que la observación, escucha y el silencio son
fundamentales para una relación estética y comprensiva con los demás. Este
proceso de Atención Plena revitaliza a la democracia e incentiva la
civilización de paz, empatía y altruismo. Así, la Espiritualidad Budista es una
forma de enseñanza superadora del sistema educativo oficial, desarrollando
estrategias y métodos pedagógicos que facilitan la emergencia de un nuevo
pensamiento y un nuevo ser humano en el aquí y ahora. La tradición del
Maitriyana es una compleja enseñanza transdisciplinaria que trasciende al
ámbito de la educación formal, pues su perspectiva es estructuralmente
transnacional, creando permanentemente formas de enseñanza revolucionaria a
nivel internacional que tienen como objetivo el pensamiento complejo, crítico y
utópico. Por ello, esta comunidad de investigación, enseñanza e innovación es
un modelo para que los pueblos de todo el mundo adopten la visión integrativa y
superen las falsas fragmentaciones del conocimiento. Desde su fundación hace
dos mil seiscientos años, la Espiritualidad Budista se ha destacado por estar
orientada hacia la construcción de una educación suprema que parte del
descubrimiento de la naturaleza intrínseca de cada ser humano, revelando su
habilidad natural para la Liberación y la vida sana y responsable. De esta
manera, cuando el Maitriyana enseña las artes del autoconocimiento también
interviene en la construcción de comunidades con democracia participativa, al
mismo tiempo que se practica el respeto intercultural. Este Propósito o misión
de crear la civilización de la buena vida se diferencia rotundamente de
la educación oficial y su objetivo de éxito mundano. En efecto, la verdadera
educación y ciencia es aquella que produce una evolución cultural, y no aquella
que mantiene un status quo donde el ser humano cada vez más es reducido a un
mero bien de consumo. El sentido del Camino de la Espiritualidad Budista es la
construcción de un paradigma educativo que está en paz y armonía con la
sociedad y el medioambiente, desarrollando plenamente las potencialidades del
ser humano. Esto significa que el Maitriyana enseña mucho más que un mero
desarrollo intelectual, mostrando que el desarrollo contemplativo, compasivo y
ético es fundamental para la supervivencia y evolución de la humanidad. Únicamente
por medio de una enseñanza que guía a los aprendices hacia la evanescencia del
egoísmo, dualismo y consumismo es que se podrá salvar al mundo de los patrones
autodestructivos de la humanidad. Sin embargo, el sistema educativo oficial,
dentro del cual se encuentra la UNESCO,
no enseña el desarrollo de la consciencia personal y la consciencia global. Obviamente,
este desarrollo individual y colectivo implica tanto una mente despierta como
una participación plenamente democrática en las decisiones del mundo, en lugar
de dejar que una poderosa elite de organizaciones internacionales sea la que
tome las riendas del destino de la humanidad. La Espiritualidad Budista enseña
a ir más allá del Ego, de la ideología y del Estado, posicionando un
pensamiento superador e integrativo capaz de liderar a todos los pueblos hacia
una vía de apoyo mutuo global y equilibrio natural con el Cosmos. Por lo tanto,
el Maitriyana se diferencia de la UNESCO
por buscar una educación emancipadora en lugar de buscar una educación
competitiva. Esta visión revolucionaria se basa en la necesidad de abandonar
las nefastas prácticas sociales que han plagado al mundo con guerras, pobreza,
ignorancia y contaminación. Así, en lugar de conocimiento tecnológico el
sistema educativo debería estar enfocado en el conocimiento ético, enseñando al
ser humano a no atacar a los demás y a la naturaleza de la que claramente forma
parte. El mundo necesita urgentemente una educación basada en la paz, la
justicia, la sabiduría compasiva y la ecología, reemplazando a la civilización
individualista del presente por la civilización solidaria del futuro. Como no
debería esperarse mucho de una civilización en la que la ONU y la UNESCO violan
los derechos humanos, entonces la Espiritualidad Budista ofrece una guía
incondicional para que las naciones del mundo puedan tener un faro hacia el
desarrollo integral. El Maitriyana concuerda con los grandes revolucionarios
políticos en el hecho de que la educación libera al sujeto de todo tipo de
manipulación, movilizando la consciencia frente al poder devastador de las
hegemonías, pues desarrolla la mente y fortalece la razón crítica. La educación
contemplativa, sabia y ética determina la evolución de los seres humanos para
que sean capaces de hacer que la compasión prevalezca sobre el impulso
autodestructivo de la civilización materialista, permitiendo la Cura de la
opresión, desigualdad y conflictividad. Por ello, la Espiritualidad Budista
manifiesta que la solidaridad es lo primero que se debería enseñar en los
sistemas educativos, diferenciándose así del régimen llevado a cabo por
organizaciones como la UNESCO. En
consecuencia, el Maitriyana busca formar ciudadanos
del mundo en lugar de formar consumidores
del mundo, haciendo un llamado a que el ser humano recupere su naturaleza
de liberación intrínseca. Así, la emancipación es la principal meta educativa
de la Espiritualidad Budista, mostrando que el verdadero acto pedagógico
implica liberarse de la lógica del control promovida por el Estado. Al enseñar
valores supremos, el Maitriyana tiene la misión universal de generar seres
humanos supremos que construyan alternativas al rumbo presente de la
civilización, diferenciándose de la enseñanza basada en la competitividad que
promueven el sistema capitalista y la UNESCO.
La perspectiva liberadora de la Espiritualidad Budista es una enseñanza
socialmente comprometida, lo cual se opone a las fuerzas sofistas de la educación oficial. El Maitriyana está profundamente
entregado a la independencia de los pueblos, librando una batalla decisiva en
el terreno cultural de la educación para que las ideas revolucionarias
adquieran gran relevancia en los niveles políticos, económicos y ambientales. En
definitiva, satisfacer las aspiraciones y deseos de alcanzar el Despertar
(Bodhi), que es un interés que poseen todos los pueblos, ayudará enormemente a
liberar a la humanidad de las pandemias de la civilización capitalista.
En conclusión, el Tribunal
Budista de Derechos Humanos tiene el Propósito (Dharma) de defender la Educación
Verdadera en el mundo, promoviendo ciencias y conocimientos que contribuyan a
un mundo mejor, lo cual implica criticar y corregir a organizaciones que sean
corruptas y promuevan una falsa visión de la paz (santi). Por lo tanto, al igual que sucedió con el Norwegian Nobel Committee, se establece
que la UNESCO & Director-General Irina Bokova están violando a la
Ética Budista y al derecho humano a la paz
(santi) por medio de la complicidad con criminales internacionales.
Indudablemente, organizaciones internacionales como la ONU y la UNESCO se
encuentran traicionando completamente sus ideales fundacionales, pues han
abandonado la idea de la creación y mantenimiento de una civilización
pacifista, justa, culta y sana. Por lo tanto, el Tribunal Budista de Derechos Humanos realiza una guía ética y
espiritual que es invaluable, mostrando la corrupción e impunidad de estas
organizaciones que actualmente transmiten una visión perversa de la paz.
Únicamente por medio del Conocimiento
Adecuado, que es sabio y compasivo, las organizaciones internacionales
podrán contribuir a la salvación del mundo y a la evolución cultural de la
humanidad. De esta manera, el Caso contra la UNESCO & Director-General Irina
Bokova
constituye una nueva evidencia del Poder
Ético que ejerce la Espiritualidad Budista como máximo productor de
transformación global.
Por otra parte, se deja
constancia de que durante el presente juicio contra la UNESCO & Director-General Irina Bokova, una corte de Brasil condenó a nueve años de prisión
al expresidente Lula Da Silva por ser Responsable de delitos de corrupción
y lavado de dinero, lo cual demuestra completamente el mal
funcionamiento de la UNESCO por
haber entregado un Premio de la Paz a
dicho expresidente, alegando que éste había contribuido a la justicia social de
Brasil.
Siguiendo el Camino del Maestro Gautama, quien es el máximo
modelo de la educación para la paz, el Tribunal
Budista de Derechos Humanos supervisa que las organizaciones
internacionales encargadas de liderar el mundo no se perviertan e incurran en
atentados contra la paz mundial y los derechos humanos, por lo que se ha
sentenciado a la UNESCO & Director-General Irina Bokova como “Responsable” de Discriminación, Corrupción,
Complicidad con violaciones a los Derechos Humanos y
Complicidad con Crímenes contra la Paz.
Con espíritu de reconciliación (maitri),
Maestro Maitreya Samyaksambuddha
Presidente y Juez Espiritual del Comité Internacional de Ética Budista (CIEB) y Tribunal Budista de Derechos Humanos (TBDH)
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