Caso n° 34/2017: Aum
Shinrikyo & Aleph
SENTENCIA ÉTICA
Estimados Fiscal, Defensor Público, Embajador,
Secretario de Prensa y Miembros del Jurado del Comité Internacional de Ética Budista (CIEB) y Tribunal Budista de Derechos Humanos (TBDH), respecto del Caso 34-2017
contra “Aum Shinrikyo & Aleph”, por medio de la presente, en el día 12 de Noviembre de
2017, se deja constancia de que se ha concluido el juicio para analizar la
violación a los Derechos Humanos y la Ética Budista realizada por el acusado.
Este Caso ha sido llevado a cabo como consecuencia del “Caso Supreme Court of the Russian Federation” y “Caso Ken Wilber”.
Luego del análisis de la presentación del Caso y la
validación de pruebas, se ha procedido con la votación de 5 miembros del Jurado,
confirmándose que hubo 1 voto de Insania
y 4 votos de Responsable para “Aum Shinrikyo & Aleph” por los
graves delitos de Crimen Organizado, Terrorismo, Crímenes contra la Humanidad y la Paz,
Fraude Espiritual y Falso Budismo. Además de que el grupo “Aum Shinrikyo” y su líder “Shoko Asahara” ya
han sido condenados por la justicia japonesa por homicidios múltiples y
otros delitos, también han realizado crímenes internacionales y violaciones a
los derechos humanos por medio de actos terroristas, torturas, crímenes de lesa
humanidad y violaciones contra el Budismo. Esto demuestra que “Aum Shinrikyo & Aleph” es una
Falsa Espiritualidad Budista, siendo realmente una organización criminal que
usurpa ilegítimamente a la tradición de Espiritualidad fundada por Siddharta
Gautama, engañando y manipulando a miles de personas a través de la supuesta
posesión de estatus espiritual con la finalidad de cometer delitos. De este
modo, el Tribunal Budista de Derechos
Humanos declara que “Shoko Asahara”
es un falso maestro espiritual, por lo que todo su movimiento o secta es espuria,
inmoral e ilegal, dedicándose más bien al crimen organizado en lugar de
dedicarse a realizar actividades espirituales, éticas y humanitarias. Así, el Tribunal Budista de Derechos Humanos ha
implementado la jurisprudencia utilizada en el “Caso ISIS”, “Caso Ricardo Javier Ocampo”, “Caso State Sangha Maha
Nayaka Committee”, “Caso Ken Wilber” y
“Caso Tribunal Eclesiástico Nacional”, declarando a “Aum Shinrikyo & Aleph” como responsables de un fraude
espiritual con la finalidad de cometer actos ilegales.
Por otra parte, el hecho de que las cortes japonesas
de justicia hayan sentenciado al
falso maestro “Shoko Asahara” a pena de muerte por sus graves delitos no
sólo no implica ningún tipo de sentencia restaurativa ni enseñanza ética a los
miles de seguidores que componen el “Aum
Shinrikyo & Aleph”, sino que además constituye una violación al derecho
humano a la vida, motivo por el cual se requiere al Estado Japonés que anule la
sentencia de pena de muerte contra “Shoko Asahara” y que se lo instale de
por vida en una institución psiquiátrica para que reciba asistencia psicológica.
Incluso se solicita que maestros budistas japoneses brinden enseñanzas
espirituales gratuitas e incondicionales al Sr “Shoko Asahara” para que éste pueda aprender el Budismo Verdadero y
también para que pueda arrepentirse y solicitar disculpas públicas a todas sus
víctimas. Sólo este tipo de acciones sabias y compasivas prevendrá que el culto
de “Aum Shinrikyo & Aleph”
continúe realizando crímenes contra la humanidad y la paz internacional. De hecho,
declarar a este movimiento como un Falso Budismo y simultáneamente
encerrar a su líder en una institución psiquiátrica sería la mejor enseñanza
ética para sus miles de seguidores, quienes indudablemente han seguido a un
psicótico con delirios apocalípticos.
La Comunidad Maitriyana le ofrece al acusado “Aum Shinrikyo & Aleph” esta
Sentencia Ética como modo de enseñanza sobre cómo se comporta verdaderamente
una Espiritualidad Recta y Adecuada
(Samma-Sasana). Si los miembros de este culto ilegal aprenden rápidamente
de esta Sentencia Ética y dejan de seguir al criminal “Shoko Asahara” entonces podrán eventualmente convertirse en una
genuina comunidad espiritual. Incluso, si el grupo “Aum Shinrikyo & Aleph” deja de hacer el mal, comienza a hacer
el bien y purifica la mente de sus miembros por medio de las enseñanzas de los
verdaderos Seres Despiertos y Salvadores (Buddhas-Cristos), entonces el Tribunal Budista de Derechos Humanos
también podría llegar a dictaminar que este grupo criminal ha sido rehabilitado
y que podrían formar parte dentro del Budismo. Esta decisión tendría precedentes
no sólo en el “Caso Angulimala”, el
cual se trató de un asesino serial redimido por medio de la guía ética suprema
del Maestro Gautama, sino también en el “Caso
Tribu Yakkha”, el cual fue sobre una comunidad asesina y caníbal pero luego
pacificada y rehabilitada por el Maestro Gautama.
Debido a que asociar a la Espiritualidad Budista con
cualquier clase de grupo terrorista constituye una difamación sin precedentes,
a partir del “Caso Ken Wilber” el Tribunal Budista de Derechos Humanos ha
decidido realizar un juicio contra “Aum
Shinrikyo & Aleph” con la finalidad de diferenciar rotundamente al
Budismo con respecto al Terrorismo, pues mientras la Espiritualidad está
vinculada con la evolución de la vida y el amor, en cambio, los grupos
terroristas están vinculados con propagación de la muerte y el odio. En este
sentido, el Tribunal Budista de Derechos
Humanos aclara que todos los periodistas y académicos que asocien al
Budismo con las actividades terroristas de “Aum
Shinrikyo & Aleph” estarán realizando calumnias e injurias contra todas
las comunidades espirituales (sanghas) del mundo.
El Maitriyana es un Camino de Liberación pacífica y
una vía de reconciliación (wakai),
funcionando como un estilo de vida que confronta la ignorancia y la
manipulación de los gobiernos y sectas del mundo. Así, la tradición del Derecho
Budista se reserva una condenación especial hacia aquellos que traicionan y
atacan a la Espiritualidad. Sin embargo, simultáneamente la reconciliación (wakai) siempre se
reserva como una posibilidad para curar la división, el dualismo y la desunión.
La práctica y teoría del Maitriyana es efectivamente una vía hacia la Salvación
por medio de la contemplación activa, la sabiduría compasiva y la ética
humanitaria. Por ello, el Derecho Budista es una vía de autosacrificio o autoentrega (wa) por el bien de los
demás, fortaleciendo las raíces para que crezca un mundo de armonía y Gran Paz (Yamato). Esto significa que el
proyecto del Maitriyana trasciende a Oriente y Occidente, buscando la
realización de una Tierra Pura y Recta
en todo el mundo, la cual sería creada y mantenida únicamente por medio del diálogo
con valores. La lógica dialéctica-paradojal que utilizan los maestros
espirituales precisamente apunta a la producción de la armonía social y
planetaria, buscando generar una humanidad esencialmente pacífica. De este
modo, la experiencia milenaria del Derecho Budista tiene mucho que ofrecer en
la época contemporánea carente de liderazgo ético, donde el ser humano parece
haber olvidado que el Propósito de toda sociedad debe ser vivir armónicamente. La
misión del Maitriyana es proteger ese horizonte o meta de reconciliación (wakai), la cual es la fuerza más poderosa de la
historia, siendo mucho más poderosa que cualquier bomba nuclear. Incluso aunque
pueda eventualmente sufrir persecuciones, el movimiento del Derecho Budista
está en el mundo desde hace dos mil seiscientos años. Se trata de un movimiento
que es anterior a todos los Estados existentes, y sin ningún tipo de dudas,
continuará existiendo cuando emerjan los Estados del futuro. Esto se debe a que
la Espiritualidad tiene el poder de ser la fuerza más poderosa frente a la
insatisfacción, impermanencia e insustancialidad de la vida. Incluso aunque no
sea algo perfecto, permanente y sustancial, el liderazgo ético es mucho más
poderoso que cualquier gobierno del mundo. El Maitriyana es la vía de la reconciliación (wakai), practicando el
arte pacífico del entendimiento, el desapego y la liberación, juzgando a las
injusticias por medio de la sabiduría compasiva, la cual va más allá de la
contemplación y la ética, siendo un impulso de altruismo y amor espiritual en
el Universo. El día en que las naciones comprendan que esta Tierra es el Edén y que la humanidad puede volver a
experimentar el paraíso en el aquí y
ahora, estando en armonía con la naturaleza, ese día el Derecho Budista habrá
cumplido su Gran Propósito (Maha-Dharma).
En conclusión, el Tribunal
Budista de Derechos Humanos tiene el Propósito (Dharma) de corregir a los
movimientos sectarios por medio de la Espiritualidad Verdadera, lo cual implica
una crítica directa a los cultos que distorsionan la Espiritualidad apoyando a
la violencia. Por lo tanto, se establece que “Aum Shinrikyo & Aleph” ha violado a las enseñanzas de los
maestros Gautama y Jesús por medio de la realización de atentados terroristas y crímenes
contra la humanidad, lo cual además de ser crímenes internacionales y
violaciones a los derechos humanos también son un Fraude Espiritual y Falso Budismo
que anula inmediatamente toda supuesta relación entre el Budismo y “Aum Shinrikyo & Aleph”. Indudablemente,
los maestros espirituales deben ser líderes éticos y nunca criminales
psicóticos que cometen delitos y atacan la sacralidad de la vida humana. La Tierra Pura o Reino de Rectitud nunca acontecerá a través de medios violentos,
sino que únicamente puede hacerlo por medio de la paz y la justicia. Por ello,
el Tribunal Budista de Derechos Humanos
practica la Espiritualidad, la Ética y el Derecho Internacional como medio
adecuado para crear un mundo mejor. De esta manera, el Caso sobre “Aum Shinrikyo & Aleph” constituye
una gran enseñanza para que las sectas y cultos se purifiquen por medio de la
Fuerza de la Paz y la Justicia, en lugar de que predomine el poder político y
la manipulación económica.
Siguiendo a los maestros Gautama y Jesús, quienes desarrollaron
un Camino de Paz y Justicia que transformó
profundamente a la humanidad, el Tribunal
Budista de Derechos Humanos supervisa que las sectas y cultos no atenten
contra la ética y los derechos humanos, nunca traicionando a la Sabiduría
Compasiva de lo divino, por lo que se ha sentenciado a “Aum Shinrikyo & Aleph” como Responsable de Crimen Organizado, Terrorismo, Crímenes
contra la Humanidad y la Paz, Fraude Espiritual y Falso Budismo.
Con espíritu de reconciliación (maitri),
Maestro Maitreya Samyaksambuddha
Presidente y Juez Espiritual del Tribunal Budista de Derechos Humanos
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