Justicia Verdadera

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domingo, 12 de febrero de 2017

Notificación a Antonio Guterres


Caso n° 20/2016: Organización de las Naciones Unidas (ONU) &
Secretario General Ban Ki-moon

NOTIFICACIÓN ÉTICA A ANTONIO GUTERRES (SECRETARIO GENERAL DE LA ONU)

Estimado,
Por medio de la presente, en el día 27 de Enero de 2017, el Comité Internacional de Ética Budista le notifica que en el juicio realizado durante Diciembre de 2016 la ONU fue encontrada “Responsable” de los delitos de los graves delitos de GENOCIDIO, CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD, CRÍMENES DE GUERRA, CORRUPCIÓN Y VIOLACIÓN DEL DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS, todos los cuales son interpretados como ALTOS CRÍMENES CONTRA LA PAZ MUNDIAL. Esta Sentencia Ética ha sido dirigida contra la ONU y el actual ex Secretario General Ban Ki-moon, como producto de que bajo su mandato se cometieron crímenes internacionales al mismo tiempo que se continuaron encubriendo crímenes del pasado, lo cual viola completamente los derechos humanos, las libertades fundamentales y los valores éticos. Como recientemente ha asumido un nuevo Secretario General de la ONU, se le solicita que investigue a la propia organización por los crímenes internacionales denunciados y juzgados por el Tribunal Budista de Derechos Humanos, pudiéndose crear un tribunal internacional ad hoc para asumir semejante tarea. En este sentido, se le solicita al nuevo Secretario General de la ONU, el Sr Guterres, que les quite la inmunidad a todos los funcionarios y fuerzas militares que han cometido actos genocidas, crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, permitiendo que sean juzgados por cortes locales o internacionales por sus violaciones sistemáticas y extendidas. Así, también se solicita al actual Secretario General de la ONU que anule los premios Nobel de la Paz que han recibido en el pasado tanto los Peacekepeers como la propia ONU. Toda organización o país que cometa actos genocidas no puede continuar siendo portador de una distinción que le brinda autoridad ética en materia de paz y derechos humanos. En caso de emitir silencio o no responder adecuadamente a estas solicitudes el Sr Guterres estará realizando un acto de Complicidad con la violación a los Derechos Humanos efectuada por la ONU y el ex Secretario General Ban Ki-moon. Obviamente, la anulación de los Premios Nobel de la Paz también es Responsabilidad del Norwegian Nobel Committee, por lo que también tendrá consecuencias éticas y jurídicas a nivel internacional toda omisión por parte de esta organización frente a las violaciones y actos criminales realizados por parte de aquellos que han sido premiados por dicha organización.
Francamente resulta una vergüenza internacional que la ONU, con sus presupuestos de millones de dólares, no realice absolutamente nada por la Justicia Internacional, mientras que el Tribunal Budista de Derechos Humanos realiza un trabajo supremo sin recibir ningún tipo de recurso económico. Al mismo tiempo, también es una vergüenza que el ex Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, quien fue sentenciado por el Tribunal Budista de Derechos Humanos, haya acusado a líderes mundiales de tener sangre en las manos, cuando en realidad la ONU ha participado en varios genocidios (en algunos como cómplice y en otros como autor). Sin embargo, en caso de que esto sea verdad y varios líderes internacionales tengan las manos llenas de sangre producto de asesinatos masivos, entonces el ex Secretario General tuvo y tiene el deber jurídico de denunciar ante la justicia a los criminales, incluso aunque sean jefes de Estado. El ex Secretario General acusó al presidente sirio de matar civiles en su guerra interna, ignorando que la ONU ha producido un genocidio aún mucho mayor en Irak por medio de técnicas de asedio o bloqueo contra la población civil, lo cual asesinó a más de medio millón de niños. El Tribunal Budista de Derechos Humanos critica contundentemente este nivel de hipocresía por parte de un funcionario que se retira de un cargo como si no hubiera tenido ningún tipo de Responsabilidad en las masacres de las superpotencias. El puesto de Secretario General de la ONU es una posición de poder inimaginable, y no un puesto simbólico. Los ataques militares contra trabajadores humanitarios son repugnantes, salvajes y cobardes, pero son crímenes de guerra que deben ser denunciados ante la justicia internacional, y no simplemente ser criticados en el último discurso antes de dejar un puesto. En realidad, la verdadera cobardía no es la del agresor o atacante, sino la del encubridor. Los verdaderos héroes del mundo son aquellos que develan la Verdad, incluso aunque luego vayan a ser perseguidos y sancionados, tal y como la ONU ha hecho inmoralmente contra todo aquel que denunciaron la traumática Verdad de las violaciones a los derechos humanos cometidas por la organización. En caso de que el ex Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, tenga conocimiento certero de que hay representantes de gobiernos que han ignorado, facilitado, financiado, participado o planeado y ejecutado atrocidades infligidas contra civiles, entonces tiene el deber ético y jurídico de denunciar estos hechos ante la Justicia, pues de lo contrario será Responsable de Complicidad con las violaciones a los derechos humanos, específicamente los crímenes de guerra. Esta oscuridad y cinismo es el gran peligro de la política internacional, y es un asunto que el nuevo Secretario General de la ONU tiene el deber de resolver urgentemente, construyendo un mundo basado en la Verdad y no en la mentira. Se necesita urgentemente la creación de un nuevo sistema de civilización planetaria que esté basada en las libertades fundamentales y en la visión de una democracia participativa, en lugar de aislar a la sociedad civil de la toma de decisiones, lo cual siempre conduce a la corrupción, la impunidad y las atrocidades. Aunque los Pueblos Budistas son comunidades independientes, siempre están a disposición de la creación de un mundo mejor, pues el Camino de la Espiritualidad es la protección máxima de los derechos de los seres humanos y no-humanos. Esto requiere obviamente una actitud reformista y de mente abierta, respetando el imperio de la Ley y manteniendo críticas justas frente a los males del mundo, como son el fundamentalismo, racismo, nacionalismo, colonialismo, autoritarismo, populismo y terrorismo.
El Tribunal Budista de Derechos Humanos ha demostrado que la ONU no sirve a los intereses de la comunidad global sino a los intereses de las superpotencias militares y económicas, no teniendo ningún tipo de autoridad moral frente a la humanidad, a diferencia de los maestros espirituales que han encarnado correctamente la voz de la consciencia ética durante dos mil seiscientos años. Los Seres Libres e Iluminados (Arhats-Bodhisattvas) de la historia han mostrado una vocación inquebrantable por la protección de los pobres y oprimidos, mientras que los funcionarios gubernamentales –especialmente de la ONU- sólo han evidenciado una insaciable búsqueda de poder y dinero. Siguiendo este espíritu de amistad sincera hacia todos los seres sintientes, el Tribunal Budista de Derechos Humanos ejerce su responsabilidad en el mundo como genuina voz de la consciencia ética de la humanidad y de la Madre Tierra (Pachamama). La voz profética de los maestros espirituales enuncia con claridad que si el mundo no se transforma por medio de la evanescencia del egoísmo, dualismo y consumismo, entonces no habrá mundo sino sólo caos.
El Propósito (Dharma) del Tribunal Budista de Derechos Humanos es solidario y humanitario, sabio y compasivo, por lo que nunca será cómplice de Genocidios, Limpiezas étnicas y Crímenes contra la humanidad, y mucho menos cuando tales crímenes son realizados en nombre del Bien, la Libertad y la Democracia, tal y como lo ha hecho la ONU. La Rectitud y el Verdadero Humanitarismo son la clave para crear una civilización de paz, justicia, conocimiento y ecología, por lo que entregamos nuestra existencia a la defensa de este Camino de Ética Universal.

Atentamente, con espíritu de reconciliación (maitri),
Maestro Maitreya Samyaksambuddha

Presidente y Guía Espiritual del Comité Internacional de Ética Budista (CIEB) y Tribunal Budista de Derechos Humanos (TBDH)



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