Justicia Verdadera

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jueves, 30 de marzo de 2017

Sentencia del Caso Yoga Beer


Caso 23-2017: Yoga Beer

SENTENCIA ÉTICA
Estimados Fiscal, Defensor Público, Embajador y Miembros del Jurado del Comité Internacional de Ética Budista (CIEB) y Tribunal Budista de Derechos Humanos (TBDH), respecto del caso 23-2017 Yoga Beer, por medio de la presente, en el día 21 de Marzo de 2017, se deja constancia de que se ha concluido el juicio del Comité de Ética para analizar la violación a la Espiritualidad Budista realizada por el acusado, tras la votación de 6 miembros del Jurado, 1 de ellos emitiendo el voto de “Insania” y los otros 5 restantes emitiendo el veredicto de “Responsable” hacia el acusado por los delitos de FRAUDE ESPIRITUAL y CRIMEN INTERNACIONAL CONTRA PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD.
Las acciones del movimiento Yoga Beer han quebrantado los preceptos éticos budistas y los lineamientos espirituales esenciales del Yoga Verdadero, introduciendo el consumo de una droga dentro de una práctica milenaria sagrada. Además, tal como se ha demostrado durante el juicio, el consumo de alcohol produce serios daños a la salud física y psíquica, muchos veces incluso conduciendo a la muerte. Esto ha demostrando que el movimiento Yoga Beer viola los preceptos éticos espirituales del Budismo y el Yoga Verdadero debido a que es básicamente un Fraude o una Estafa que atenta contra el bienestar corporal, la salud mental y la integridad espiritual. Sin embargo, el hecho de que el Yoga Beer haga daño a la salud mental no necesariamente implica que el sujeto o movimiento acusado tenga “Insania, lo cual lo haría inimputable e irresponsable frente a los cargos. En este sentido, tal como ha sucedido en los Casos Ocampo y Spencer previamente juzgados por el Comité Internacional de Ética Budista, este tipo de FRAUDE ESPIRITUAL no está asociado con la estructura psíquica de la Psicosis sino más bien con la Perversión, desarrollando un Falso sistema de Yoga que reduce una práctica sagrada a un mero divertimento o bien de consumo. Este mecanismo de desacralización, que ya había sucedido anteriormente en Occidente al reducir al Yoga a una mera gimnasia o deporte, también es acompañado en el Yoga Beer por un mecanismo de perversión, el cual consiste en corromper, depravar, viciar, contaminar y envilecer la esencia misma del Yoga.
Por otra parte, este caso presenta la particularidad de que el Yoga recientemente ha sido declarado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, por lo que la perversión realizada por el movimiento Yoga Beer es indudablemente una Violación a los Derechos Humanos Culturales. Frente a esta manipulación o intento de destrucción de un patrimonio cultural espiritual, el Comité Internacional de Ética Budista ha decidido responder inmediatamente con todos los recursos del Derecho Budista y el Derecho Internacional, transmitiendo al mundo que las disciplinas espirituales deben ser purificadas de todo tipo de perversión, distorsión o contaminación.
Aunque se podría alegar que el Yoga no se encuentra bajo la jurisdicción del Budismo, esto no es cierto, ya que ambas tradiciones están profundamente interrelacionadas. Más allá del hecho de que el Maestro Gautama se entrenó con los principales gurúes yoguis de su época, habiendo aprendido lo mejor de sus técnicas ascéticas en el estudio de los jhanas, ciertamente la Ética Budista de los cinco preceptos ha influenciado profundamente al Yoga Verdadero, pues mientras el Budismo prescribe el no dañar a seres vivos, no robar, no mentir, no abusar sexualmente y no ingerir drogas, a su vez el Yoga Verdadero prescribe no ser violento, decir la Verdad, no robar, moderar los impulsos y no codiciar. Además, el Noble Óctuple Sendero creado por Gautama influenció clara y profundamente al Sabio Patáñjali, quien en el siglo III a.C. sentó las bases del Yoga contemporáneo. El Noble Óctuple Sendero de Gautama es una vía ética que rectifica el mundo interno y externo del ser humano por medio de ocho principales factores de Rectitud que son virtudes simultáneas y ajerárquicas: la comprensión recta (samyak drsti), el pensamiento recto (samyak samkalpa), el habla recta (samyak vaca), la conducta recta (samyak karmanta), la subsistencia recta (samyak ajiva), el esfuerzo recto (samyak vyayama), la atención recta (Samyak samriti) y la concentración recta (Samyak samadhi). En concordancia, el Sabio Patáñjali también desarrolló un Óctuple Sendero de Yoga compuesto por: Yama (control moral), Niyama (autocontrol), Asana (control de postura), Pranayama (control vital), Pratyahara (control de percepción), Dharana (control de pensamiento), Dhyana (meditación) y Samadhi (concentración). Tanto en Gautama como en Patáñjali, ambos Óctuples Senderos conducen al Despertar o Liberación. Esto demuestra que el Sabio Patáñjali fue influenciado profundamente por el Noble Óctuple Sendero del Maestro Gautama, por lo que según este análisis la tradición del Yoga Verdadero indudablemente tendría un fundamento budista, entrando absolutamente dentro de la jurisdicción de la Comuna Espiritual (Sangha), del mismo modo que durante el marco del “Caso 16-2016 Irán” el Comité Internacional de Ética Budista ha reconocido a la tradición de los Bahai.
En el Mahaparinibbanasutta existe una milenaria historia espiritual que revalidaría este revolucionario análisis realizado por el Comité Internacional de Ética Budista. La historia cuenta que el asceta errante Subhadda fue el último aprendiz del Maestro Gautama, quien pocas horas antes de morir enseñó que si en una Espiritualidad no existe Noble Óctuple Sendero entonces no existirán Seres Libres e Iluminados, aunque si en una Espiritualidad existe Noble Óctuple Sendero entonces existirán Seres Libres e Iluminados. Por lo tanto, esta sabiduría compasiva en acción permite a la Comuna Espiritual (Sangha) poder descifrar la supuesta legitimidad ética de cualquier tradición o la supuesta Iluminación de cualquier maestro espiritual, simplemente analizando si existe la presencia del Noble Óctuple Sendero en sus enseñanzas.
Según el Comité Internacional de Ética Budista, todos los profesores de Yoga del mundo deberían estudiar y seguir a los Yoga Sutras de Patáñjali, pues eso evitaría que el Yoga sea reducido a un mero deporte o sea pervertido como una forma de entretenimiento, debiéndose evitar que se dañe la sacralidad de este Patrimonio Cultural de la humanidad. Incluso, el Comité Internacional de Ética Budista prescribe que los budistas también podrían aprender algo de estos Sutras, pues siempre es nutritivo aprender las visiones de distintos maestros espirituales sobre la base de un mismo fundamento ético perenne. En el Dhammapada el Maestro Gautama avala este posicionamiento integrativo y reconciliador afirmando que la enseñanza de todos los Seres Despiertos (Buddhas) es abandonar el mal, hacer el bien y purificar la mente. Esto implica que si el Yoga enseñase y practicase ese fundamento esencial de abandonar el mal, hacer el bien y purificar la mente, entonces el Yoga estaría siguiendo definitivamente el Camino Budista, el cual no sólo es la vía que sigue a Gautama sino que más bien es la Vía que sigue a todos los Seres Despiertos (Buddhas) de la historia.
El Budismo y el Yoga Verdadero apuntan a la Evanescencia del Ego, sublimando las pasiones y comprendiendo la ilusoriedad del objeto del Deseo. Esta muerte de la vida egoísta y mundana es el renacimiento de la vida desapegada y espiritual en el aquí y ahora. En las prácticas del Budismo y el Yoga Verdadero el sujeto puede comprender que la salud es interna y externa, fomentando una actitud basada en los principios éticos de la no-violencia (ahimsa), la veracidad (satya), el no-robo (asteya), la Sublimación (brahmacharya) y la no-avaricia (aparigraha). Al trascender el Yo la mente se libera de las cadenas de la vida patológica y autocontradictoria, adoptando una actitud de serenidad hacia toda la existencia, lo cual permite responder ante las adversidades por medio de la benevolencia y la amistad, sin nunca aferrarse al pasado y sin añorar el futuro. El Budismo y el Yoga Verdadero buscan la liberación del sufrimiento causado por los males del apego, la aversión y la inconsciencia, practicando en todo momento y lugar un estilo de vida basado en la pureza (saucha), la humildad (santosha), la autodisciplina (tapas), el autoconocimiento (svadhyaya) y la entrega de uno mismo a un Propósito superior (Ishvara-pranidha). El Budismo y el Yoga Verdadero recurren a posturas físicas y ejercicios de respiración diseñados para alcanzar el Despertar de la consciencia, profundizando mucho en este aspecto como fuente de salud física y autorregulación psíquica. El Budismo y el Yoga Verdadero enseñan métodos complejos de concentración y meditación, mostrando al aprendiz cómo tener Atención Plena a su existencia, lo cual produce no sólo un efecto terapéutico sobre el cuerpo y la mente sino también un estado de consciencia libre e iluminada, pues el aprendiz puede unirse plenamente con su Propósito Supremo (Dharma). El Budismo y el Yoga Verdadero son estilos de vida que hacen posible lograr la Salud o Cura del sufrimiento, por lo que no tienen relación alguna con las creencias religiosas, sino con un conjunto milenario de experiencias espirituales. El Budismo y el Yoga Verdadero no son prácticas ascéticas o ritualísticas, sino que son un sistema de vida cotidiana abierto a todo ser humano, sin discriminación alguna por motivos de color, género, idioma, estatus económico, clase social, edad, opinión política, etnia, nacionalidad o cualquier otra condición. El Budismo y el Yoga Verdadero enseñan al ser humano a evolucionar y convertirse en un superhumano por medio del desarrollo de la Ética, la Salud y el Despertar.
No obstante, además del hecho de considerar a la concentración (samadhi) como una práctica cotidiana y no considerarla como un objetivo final, hay un rasgo que convierte al Budismo en una Espiritualidad Suprema sin ningún tipo de comparación con el Yoga, y es precisamente la función indispensable que desempeña la Comuna Espiritual (Sangha), sin la cual el Budismo podría ser reducido a una filosofía o a una psicología. La Comuna Espiritual (Sangha) creada por Gautama nació como una república tribal y siglos después se propagó por todo el Sudeste Asiático en forma de una Civilización. Estas características sociales del Budismo están asentadas sobre el Derecho Budista, no siendo casualidad que el Maestro Gautama valoraba enormemente a su Código Legal (Vinaya). Esto se debe a que, como enseñó Gautama, las comunidades se pervierten y desaparecen cuando no siguen preceptos éticos avanzados, abandonando la guía de la solidaridad y la sabiduría compasiva (prajña-karuna). En este sentido, el Comité Internacional de Ética Budista continúa con el desarrollo ético universal fundado por Gautama, siendo esta función rectificadora algo indispensable para la disciplina del Yoga, ya que esta tradición no cuenta con la guía recta del Código Legal (Vinaya) de la Comuna Espiritual (Sangha).
Finalmente, el mal comportamiento ético del Yoga Beer forma parte de un contexto internacional de superficialización y banalización de las tradiciones espirituales, las cuales están siendo manipuladas, distorsionadas y pervertidas por sujetos y grupos inescrupulosos. El Yoga Beer es una aberración inmoral, perversa e ilegal, tal y como si se intentase crear un “Budismo con Marihuana”. Por ser una organización dedicada a la enseñanza ética y humanitaria, el Comité Internacional de Ética Budista ofrece educación avanzada gratuita en Yoga Verdadero a todo sujeto o grupo que formando parte del movimiento Yoga Beer decida renunciar a esta práctica perversa e ilegal.
Siguiendo el Camino del Maestro Siddharta Gautama, quien ha influenciado a múltiples tradiciones espirituales por medio de su Ética inquebrantable, se establece que el movimiento Yoga Beer ha violado la Ética Budista y los Derechos Humanos, habiéndose dictaminado su “Responsabilidad” por los cargos de FRAUDE ESPIRITUAL y CRIMEN INTERNACIONAL CONTRA PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD. El Comité Internacional de Ética Budista tiene el deber de proteger a la Espiritualidad y a toda la humanidad, estableciendo la presente Sentencia como forma de enseñanza ética para el acusado.
Siempre con espíritu de reconciliación (maitri),
Maestro Maitreya Samyaksambuddha

Presidente y Juez Espiritual del Comité Internacional de Ética Budista (CIEB) y Tribunal Budista de Derechos Humanos (TBDH)

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