Caso n° 24/2017:
Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela
ACTA SOBRE ADOLFO
PEREZ ESQUIVEL – PREMIO NOBEL DE LA PAZ
En el día 19 de Abril de 2017 se
realiza un Acta de Repudio Internacional hacia un escrito firmado por el Sr
Perez Esquivel titulado Comunicado de
Solidaridad con Venezuela contra el Golpe y el Intervencionismo de la OEA. En
el contexto de nuestra reciente Caso realizado contra el Tribunal Supremo de
Justicia (TSJ) de Venezuela, el cual fue sentenciado por Violación al Estado Constitucional Democrático de Derecho y Violación
al Derecho Internacional de los Derechos Humanos, la declaración de apoyo
al gobierno de Venezuela resulta escandalosa. Además, luego de emitir la
Sentencia, el Tribunal Budista de Derechos Humanos ha percibido que el pueblo
venezolano ha comenzado a realizar marchas pacíficas en protesta de la falta de
calidad democrática del país, ante lo cual el gobierno del Presidente Maduro ha
respondido con una represión violenta que ha producido varios muertos. Este episodio
no es nuevo, pues hace pocos años atrás el gobierno de Maduro realizó una
represión tremenda, asesinando a más de cuarenta manifestantes, lo cual
obviamente ha quedado en total impunidad. Frente a un gobierno que está
produciendo un desastre a nivel político, económico y cultural, es lamentable
que el Sr Perez Esquivel (Premio Nobel de la Paz) sea cómplice ideológico de esta situación al brindar apoyo y
solidaridad hacia un gobierno que sistemática y generalizadamente viola los
derechos humanos, ignorando la voluntad democrática del pueblo venezolano. Esta
situación también cuenta con el respaldo silencioso del Vaticano, el cual ha
producido una injerencia en los asuntos internos de otro Estado intentando
sostener un régimen que día a día se vuelve más tiránico, autoritario y
antidemocrático. El hecho de que el Comunicado del Sr Perez Esquivel destaque
avances del gobierno venezolano en materia de educación, vivienda, salud y
trabajo, es algo irrisorio y lamentable, pues Venezuela es un país que se encuentra
en una crisis humanitaria profunda producto de las políticas gubernamentales,
razón por la que recientemente solicitó ayuda humanitaria a la ONU. El
Comunicado de Perez Esquivel deforma la realidad de forma inaceptable, pues más
allá de que existe la libertad de expresión, sus palabras tienen un tinte
esencialmente negacionista. Frente a
un gobierno injusto e ilegítimo, se le debe recordar que los sistemas
democráticos no son dictaduras de las
mayorías, y que ganar elecciones no es brindar un cheque en blanco para que los políticos realicen lo que deseen sin
rendir cuentas de sus actos. Los gobiernos deben respetar las Constituciones
nacionales y los Tratados Internacionales de Derechos Humanos, y cuando esto no
se cumple entonces se está en presencia de gobiernos injustos e ilegítimos que
violan el Estado Constitucional de Derecho y al Derecho Internacional. Por lo
tanto, las palabras de Perez Esquivel de apoyo al Presidente Maduro son
irracionales e irresponsables, traicionando cualquier tipo de legado
humanitario que el Premio Nobel de la Paz tuvo en el pasado. El gobierno de
Venezuela es una traición absoluta a cualquier orientación socialista,
fingiendo querer ser un país fraterno,
soberano y revolucionario, cuando en realidad es un gobierno violento,
dictatorial y aliado a países genocidas y terroristas como es el caso de Irán. El
Comunicado de Perez Esquivel es vergonzoso y es una afronta a los Derechos
Humanos, justificando la violencia bajo el pretexto de que existe una posible y
poco probable búsqueda de desestabilización y derrocamiento contra el gobierno
de Maduro. En Venezuela no existe ningún tipo de revolución socialista, sino
que únicamente existe una elite gubernamental rica y poderosa que manipula y
empobrece al pueblo por medio del Populismo. La actitud de Perez Esquivel de
justificar la violencia realizada contra el pueblo venezolano que solicita democracia y libertad es repudiada por
el Tribunal Budista de Derechos Humanos
como un agravio a la Paz Mundial, lo cual paradójicamente va en sintonía con el
comportamiento ilegal de muchos otros Premios Nobel de la Paz. La búsqueda de democracia y libertad no es un asunto
interno de Venezuela, sino que constituye un derecho humano supremo que puede y
debe ser defendido por toda la comunidad internacional. En este sentido,
resultan preocupantes y repudiables las declaraciones de Perez Esquivel de
apoyo a un régimen que realiza crímenes
de lesa humanidad. Si bien el Tribunal
Budista de Derechos Humanos condena los crímenes internacionales realizados
por Estados Unidos, eso no necesariamente implica que el Tribunal esté a favor
de los enemigos de Estados Unidos. Esto demuestra que el gran error de
activistas políticos como Perez Esquivel es que cotidianamente incurren en el
dualismo, no pudiendo mantener una postura crítica, desapegada y vacía de
ideología, pues para este tipo de activistas una crítica a gobiernos como el de
Venezuela implica automáticamente un apoyo a gobiernos como el de Estados
Unidos, y viceversa. El Comunicado de Perez Esquivel exige respeto irrestricto por la soberanía de Venezuela, lo cual
desconoce que las soberanías de los Estados no son absolutas, sino que están
limitadas por los valores y principios del Derecho Internacional de los
Derechos Humanos. Así, cuando la comunidad internacional requiere que el
gobierno de Venezuela respete la democracia y los derechos humanos, este acto
obviamente no constituye una agresión e
intromisión. La verdadera intromisión externa es la de Estados como el
Vaticano, el cual sostiene al régimen dictatorial de Venezuela en lugar de
trabajar por la democracia y libertad del pueblo. El Tribunal Budista de Derechos Humanos expresa solidaridad y
condolencias a los familiares de los manifestantes asesinados por el gobierno
venezolano, asumiendo el compromiso para que sus voces no sean totalmente silenciadas
por presidentes tiránicos, religiones abusadoras y falsos Premios Nobel de la
Paz.
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