Caso 45-2018: Mercado Pago & Marcos
Galperin
SENTENCIA ÉTICA
Estimados Fiscal, Defensor Público, Embajador, Secretario y Miembros del
Jurado del Comité Internacional de Ética
Budista (CIEB) y Tribunal Budista de
Derechos Humanos (TBDH), respecto del Caso 45-2018 contra “Mercado Pago
& Marcos Galperin”, por medio de la presente, en el día
25 de Julio de 2018, se deja constancia de que se ha concluido el juicio del
Comité para analizar la Violación a la Ética Budista realizada por el acusado.
Luego del análisis de la presentación del Caso y la validación de
pruebas, se ha procedido con la votación de 8 miembros del Jurado,
confirmándose que hubo 8 votos de “Responsable”
para “Mercado Pago
& Marcos Galperin” por los graves delitos de Estafa y Corrupción. Al
interpretar y dar voz a la votación de los miembros del Jurado, se concluye que
“Mercado Pago
& Marcos Galperin” no
tiene ningún motivo válido para justificar sus actos fraudulentos de tomar o
no-devolver fondos que no le pertenecen, los cuales son actos inmorales y
criminales que también violan el segundo precepto ético del Derecho Budista. En
este sentido, el acusado “Mercado
Pago & Marcos Galperin” en
reiteradas ocasiones ha manifestado públicamente disculpas e incluso ha asumido
el compromiso de retornar los fondos económicos que se apropiaron ilegalmente,
todo lo cual resultaron ser promesas falsas que sin ningún lugar a dudas constituyen
el delito de Estafa.
Por
otra parte, el Comité
Internacional de Ética Budista establece la posibilidad de llegar
a un Acuerdo Conciliatorio Post-Sentencia
con “Mercado Pago & Marcos Galperin” en
caso de que el acusado desee la anulación de los cargos en su contra. Para
poder hacer el bien, dejar de hacer el
mal, y purificarse espiritualmente, siguiendo el Camino la Rectitud, se
sentencia que “Mercado
Pago & Marcos Galperin” deberá cumplir con los siguientes requisitos: 1) Solicitar
disculpas públicas al Templo Budista y devolver los fondos ilegalmente
apropiados; 2) Realizar un resarcimiento por los daños ocurridos por medio de
sus actos de estafa; 3) Comprometerse a donar a organizaciones
no-gubernamentales con fines humanitarios los 500 millones que debía pagar al
Estado Argentino y que fueron anulados por medio de actos de corrupción.
Hasta que este posible Acuerdo Conciliatorio
no suceda, el Comité Internacional de
Ética Budista declara que “Mercado
Pago & Marcos Galperin” es Responsable de Estafa
y Corrupción. A continuación, el Derecho Budista enseña cómo el acusado
puede comenzar a equilibrar la búsqueda de ganancia con la búsqueda de
justicia, convirtiéndose en un comerciante socialmente comprometido o una persona confucionista de negocios (rushang).
El Maitriyana considera que todo empresario debería tener Ética
empresarial y Responsabilidad social, nunca estafando a la sociedad ni tampoco
realizando actos corruptos. Por ello, al igual que el edificio de la Corte Suprema de
USA posiciona al Maestro Confucio como un emblema de justicia, el Derecho
Budista recomienda que todo empresario debería seguir el Camino ético (Dao),
aprendiendo las enseñanzas del Maestro Confucio para poder tener las cualidades
del humanitarismo (ren), conducta
apropiada (li), rectitud (yi), sabiduría (zhi), fiabilidad (xin), gentileza
(wen), amabilidad (liang), respetuosidad (gong), prudencia (jian),
consideración (rang) y audacia (yong). Incluso, el Maitriyana concuerda con
el Maestro Confucio en que para poder convertirse en un Ser Humano Pleno (Junzi), un Ser justo y éticamente superior, no sólo
deben poseerse dichas cualidades, sino que también se debe transitar con
humildad y coraje por el Camino (Dao) de vida dedicado al aprendizaje (xue), la paz (tai), la concientización (zhong) y la
empatía (shu). Únicamente por medio del desarrollo de todas estas virtudes
éticas es que una persona puede autorrealizarse, siendo culta y solidaria y
también teniendo autoconocimiento e integridad moral, todo lo cual permite
alcanzar la autotrascendencia y comprensión del Sentido de Propósito (Dharma) o Misión Divina (Tianming) en el
mundo. En efecto, para el Derecho Budista las enseñanzas del Maestro Confucio
contienen una visión ética integral que conducen a la armonía (he) a nivel individual, social y cósmico, uniendo a la
humanidad tanto consigo misma como con lo sagrado. Sin embargo, esta armonía (he) no es estática, sino que
debe ser cultivada constantemente por medio del Ser Humano Pleno (Junzi), cultivando las raíces para que crezca
adecuadamente el Camino Espiritual (Dao). Precisamente, el entendimiento, la
preservación y el fortalecimiento de la armonía
(he) es el objetivo y práctica de las enseñanzas del Maestro Confucio. El
Maitriyana encarna profundamente esta vía hacia el Ser Humano Pleno (Junzi), que es la persona perfeccionada por las
virtudes y la percepción directa de la naturaleza humana. En efecto, el Ser Humano Pleno (Junzi) es un sabio
compasivo, un ser transformado ética y espiritualmente, en lugar de ser un mero
aristócrata que posee dinero y poder. El Ser
Humano Pleno (Junzi) tiene compromiso con el aprendizaje, la Verdad, la
honestidad y la sinceridad, siendo un maestro auténtico de la Conducta
Apropiada (Li), la cual permite minimizar los conflictos y fortalecer el
bienestar social, no sólo regulando lo que la persona hace sino también
reconstituyendo su identidad. Al igual que el Maestro Confucio, para el Derecho
Budista se debe apuntar al ideal de que la sociedad no esté regulada por leyes
(fa) y castigos, sino que en cambio esté regulada por la responsabilidad, la
virtud y el poder no-coercitivo de la Conducta
Apropiada (Li) que no infringe a la armonía (he) y el bienestar social. El
Derecho Budista, al igual que la Conducta
Apropiada (Li), no es un sistema rígido de normas que no pueden ser
cambiadas, ni tampoco es lo que elige la mayoría de la sociedad en un momento
determinado. De este modo, aunque las convenciones sobre qué es la conducta apropiada (li) puedan variar en
el espacio y el tiempo, lo que nunca podría cambiar es la respetuosidad, el
compromiso y el coraje de crear un mundo mejor.
Al igual que el
Maestro Confucio, el Maitriyana afirma que el empresario debería convertirse en
un Ser Humano Pleno (Junzi), que es
quien constantemente practica el Humanitarismo (Ren) y la benevolencia, incluso
estando dispuesto a sacrificarse a sí mismo en pos de completar la labor
humanitaria que nunca impone sobre los
demás aquello que no se desearía para uno mismo. En lugar de intentar
explotar a los demás como regularmente lo hace el empresario deshonroso o inescrupuloso (xiaoren), en cambio el Ser Humano Pleno (Junzi) es aquel que
ayuda a realizar las mejores cualidades de los demás. Precisamente, el
Humanitarismo (Ren) es el principio ético fundamental que reúne a todas las
virtudes, siendo un estado mental y también una práctica social que debe ser
cultivada por medio del desarrollo de la reflexión contemplativa, la sabiduría
compasiva y la conducta apropiada (li),
por lo que no se trata de un mero sentimentalismo. En tanto que la conducta apropiada (li) es tan sólo una
parte del amplio estilo de vida del Humanitarismo (Ren), consecuentemente toda
convención de la conducta apropiada (li)
no debería ser seguida rígidamente cuando no sea acorde con el Humanitarismo
(Ren), pues obviamente la ausencia de conducta
apropiada (li) es sinónimo de ausencia de Humanitarismo (Ren). El Derecho
Budista concuerda con el Maestro Confucio en que el ideal de una humanidad
humanitaria es algo que se puede alcanzar y al que todas las sociedades
deberían aspirar, incluso el empresariado, el cual suele ser mezquino,
desagradable y éticamente inferior. El Ser
Humano Pleno (Junzi) es una persona éticamente superior, mientras que el empresario mezquino (xiaoren) es alguien
que no ha desarrollado totalmente su humanidad, motivo por el que el Maestro
Confucio permite concluir que una persona sin humanitarismo incluso no
merecería ser considerada un ser humano, pues la persona rica y poderosa pero
carente de humanitarismo y amor compasivo es una persona éticamente inferior
(jian zhang fu),
una persona deshonrosa o inescrupulosa
(xiaoren), incluso aunque se tratase de un empresario astuto y
multimillonario. En este sentido, siguiendo al Maestro Confucio, el Maitriyana
recomienda que el Ser Humano Pleno
(Junzi) nunca debería meramente acumular poder y riquezas, como lo hacen
los políticos y empresarios, sino que debería ser un servidor de la humanidad,
aprendiendo y compartiendo la transformadora fuerza de las virtudes. Por ello, para
el Derecho Budista convertirse en un Ser
Humano Pleno (Junzi) implica una gran disciplina ética espiritual, un
sentido de responsabilidad cívica y amabilidad, cargando en los hombros el
enorme peso del Humanitarismo (Ren) en el mundo. El Maestro Confucio enseña que
el Ser Humano Pleno (Junzi) comprende la Rectitud (Yi), mientras que el
empresario o la persona éticamente
deficiente y subdesarrollada (jian zhang fu) sólo comprenden qué es rentable y
lucrativo. Este logro evolutivo del Ser
Humano Pleno (Junzi) es posible debido a que su conducta apropiada y recta (li-yi) siempre tiene en consideración
al prójimo por medio de la reflexión contemplativa crítica y la sabiduría
compasiva.
En concordancia
con el Maestro Confucio, el Maitriyana fusiona el mejor conocimiento del pasado
con los mejores conocimientos del presente, siendo reformista y simultáneamente
conservando las más evolucionadas tradiciones éticas y espirituales bajo la luz
interpretativa del mundo contemporáneo, lo cual posibilita integrar el pasado y
presente en pos de la visión utópica del futuro dentro de una vía de
transmisión, creatividad, innovación y cambio social. Este Camino (Dao) es un
compromiso con el aprendizaje a lo largo de toda la vida, siendo un
autodesarrollo ético que cultiva y mantiene a la armonía planetaria (he) por
medio del ideal del Ser Humano Pleno
(Junzi). De esta manera, el Derecho Budista continúa desarrollando la senda
del Maestro Confucio para llevar plenitud y armonía a la mente y a la sociedad.
Por medio del aprendizaje contemplativo, la sabiduría compasiva y la práctica
ética, el Ser Humano Pleno (Junzi)
puede internalizar el Sentido de
Propósito (Dharma) o Misión Divina (Tianming), trabajando para que las sociedades
no carezcan de gobiernos benevolentes. Sin embargo, en caso de que estos
esfuerzos humanitarios supremos estén condenados a no producir ningún beneficio
inmediato, incluso ante este escenario, el Ser Humano Pleno (Junzi) seguiría
estando comprometido a relacionarse éticamente en todas sus relaciones, pues
dicha actitud es el mejor modo de vida posible. Por ello, el Maitriyana
recuerda a los empresarios llenos de egoísmo, codicia y consumismo, que en realidad
la verdadera riqueza es vivir en armonía (he) y no-interferencia (wuwei) con el
Orden intrínseco (Dao) del Universo, pues como enseña el Maestro Laozi cuando
se consume y desea menos se puede recuperar la tranquilidad y la espontaneidad
(ziran), realineando el pensamiento, palabra y acción con el Orden natural de
la vida. Al igual que el Maestro Mencio, el Derecho Budista manifiesta que los
empresarios y gobernantes no deberían estar únicamente interesados en obtener
beneficios o ganancias, sea para sí mismos o para el Estado, pues para lograr el
desarrollo individual y social lo que realmente importa es el Humanitarismo
(Ren) y la Rectitud (Yi). En definitiva, cuando se prioriza el lucro por sobre
la conducta apropiada y recta (li-yi) esto tiene consecuencias nefastas en el
mundo, dado que los empresarios y los gobernantes únicamente buscan
beneficiarse incluso por medio de la usurpación de los bienes del pueblo. El
Maitriyana coincide con la visión idealística e inspiradora de los Maestros
Confucio y Mencio en describir al Ser
Humano Pleno (Junzi) como alguien humanitario, apropiado y recto, una
persona de principios e integridad, no motivada por el beneficio y la ganancia
material, haciendo lo correcto incluso aunque esto pueda costarle perder su
propiedad, libertad y vida. El Derecho Budista coincide con el Maestro Mencio
en que el Ser Humano Pleno (Junzi) es
la persona que no puede ser corrompida por medio de la riqueza y el poder, pues
siempre es fiel a sus principios éticos superiores y prefiere la pobreza y la
alienación antes que priorizar el lucro y el utilitarismo por encima de lo
correcto y adecuado.
En
contraposición a los empresarios codiciosos (xiaoren) y los gobernantes
corruptos, los Maestros Confucio y Mencio han enseñado una política económica
en concordancia con el principio del Humanitarismo (Ren), lo cual sería la base
del modelo del gobernante verdadero. El
Maitriyana coincide con esta visión utópica, especialmente frente a un mundo
contemporáneo donde prevalece la corrupción y la impunidad, por lo que se avala
la idea del gobernante verdadero como
aquel que practica benevolencia y respetuosidad hacia el pueblo, lidera por
medio de las virtudes y nunca tomando lo que no le corresponde. Según el
Maestro Mencio, esto significa que el gobernante
verdadero debe reducir los castigos y los impuestos, distribuir las tierras
para asegurar la subsistencia, asistir al pueblo en la producción de alimentos
y promover la educación, pues siempre se prioriza el bienestar social, lo cual
implica que el gobernante verdadero
nunca está dispuesto a quitar a nadie el derecho a la vida. De esta manera, el Ser Humano Pleno (Junzi) es un ideal que
no se alcanza por medio de la riqueza y el poder, sino por medio de una total
dedicación y reflexión sobre el humanitarismo (ren) y la conducta apropiada y
recta (li-yi). El Derecho Budista, al igual que el Maestro Mencio, considera
que por medio de este esfuerzo contemplativo y ético todo ser humano puede convertirse
en un sabio, en tanto que la naturaleza humana (xing) es fundamentalmente divina
o compasiva. Sin embargo, sin un adecuado cultivo y educación esta naturaleza
dhármica permanece no-nacida y puede ser oscurecida por medio de una
personalidad ordinaria que sólo busca el lucro en lugar de la rectitud. Así, el
Maitriyana concuerda con el Maestro Mencio en que el Ser Humano Pleno (Junzi) es el que ha autocultivado y recobrado su
naturaleza originaria divina, lo cual demuestra que toda búsqueda de la armonía
social (he) debe iniciar dentro de la propia mente.
El
Derecho Budista concuerda con el Maestro Xunzi en que los deseos no pueden ser
eliminados porque son parte de la naturaleza humana, aunque éstos ciertamente
pueden ser sublimados o transformados por medio de una educación ética cuyo
objetivo es convertir al sujeto en un Ser
Humano Pleno (Junzi) dentro de un Camino
(Dao) de aprendizaje, contemplación fenoménica y autoanálisis que nunca debe
cesar a lo largo de toda la vida. Por medio de la Sublimación o
transformación ética del Deseo es que el sujeto ordinario primitivo aprende a
dejar de obsesionarse con la búsqueda de ganancia monetaria, realizando
persistentemente un esfuerzo (gongfu) para lograr la autotransformación por
medio del conocimiento, la música y la conducta apropiada y recta (li-yi) que
subliman al deseo y aseguran el respeto, apoyo mutuo y armonía en la sociedad. A
esto se debe que el Maestro Xunzi haya descrito a los grandes sabios como tranquilos
y vacíos de deseo.
Por
otra parte, con el fin de evanescer a la vía
del tirano (badao) que prevalece en el mundo contemporáneo, el Maitriyana
coincide con la vía del Verdadero
Gobernante (Wangdao) -o rey sabio-
propuesta por el Maestro Xunzi, cuya innovación filosófica política propone
medidas tales como la distribución de la tierra, sistema de transporte
eficiente, rebaja de impuestos, servicio público no arbitrario, protección del
medioambiente, meritocracia, y premiaciones y castigos justos. En este sentido,
el Derecho Budista concuerda con el Maestro Xunzi en que se deben minimizar los
castigos y que también se debe reformar la sociedad por medio de la educación
en valores y virtudes. Esta formación cívica, ética y espiritual no sólo se
distingue del conocimiento trivial y ordinario, sino que también permite que
las personas puedan convertirse en gobernantes sabios y compasivos,
construyendo la paz, justicia, educación y ecología en sus comunidades y en el
planeta.
El
Maitriyana reconoce que por medio del Maestro Zhu Xi el Confucionismo ha
logrado poseer su propio Noble Óctuple
Sendero hacia la Liberación. En efecto, los 8 pasos tendrían un fuerte
Sentido de misión o Propósito (Dharma): primero, contemplación de los fenómenos
del mundo interno y externo; segundo, conocimiento profundo; tercero,
integridad y sinceridad en sentimiento y pensamiento; cuarto, rectificar la
mente por medio de la sublimación del deseo; quinto, autocultivo ético para
convertirse en un Ser Humano Pleno (Junzi); sexto, armonizar la familia;
séptimo, establecer el orden en el Estado; octavo, restaurar la paz y armonía
en el mundo. Precisamente, esta misión mesiánica es compartida por el Derecho
Budista y el Maestro Confucio, confirmando que la Cura del desorden y el
conflicto social no reside en leyes duras sino en la transformación ética de la
humanidad, sin lo cual sólo prevalecería el dominio impune de los corruptos y
poderosos. Aunque requiere de mucho esfuerzo y dedicación espiritual, el Maitriyana
y los Maestro Confucio y Mencio confirman que todo sujeto puede convertirse en
un Ser Humano Pleno (Junzi), un Ser
éticamente superior, un representante viviente de la armonía universal. Para
alcanzar este ideal ético se requiere contemplación, humanitarismo (ren) y
conducta apropiada y recta (li-yi). Sobre esta base de sabiduría compasiva todo
ser humano puede evolucionar, dejando de ser simplemente una persona inferior (jian zhang fu) obsesionada
con la ganancia material, para así siempre poder hacer lo correcto y de la
manera correcta, que según el Maestro Confucio sería la manera apropiada de
buscar riqueza o ser un comerciante ético
(liang jia).
En conclusión, el Comité
Internacional de Ética Budista tiene el Propósito (Dharma) de que la Espiritualidad
Budista nunca avale a los criminales corruptos, por lo que se condenará a todo
aquel que atente contra la contemplación activa, la sabiduría compasiva y la
ética humanitaria. De este modo, por haber violado una ley fundamental del
Derecho Budista, como es tomar un dinero que no le pertenece, se establece que
el acusado “Mercado
Pago & Marcos Galperin” no
sólo debería devolver el dinero que ha robado sino que además debería realizar
una reparación por el daño cometido.
Siguiendo el Camino del Maestro Gautama Buddha, quien hace dos mil
seiscientos años desarrolló un Camino de lucha contra la corrupción, el Comité Internacional de Ética Budista
supervisa que las empresas de todo el mundo no violen al Derecho Budista, por
lo que se ha sentenciado a “Mercado
Pago & Marcos Galperin” como
Responsable de Estafa y Corrupción.
Con espíritu de reconciliación (maitri),
Maestro Maitreya Samyaksambuddha
Presidente y Juez Espiritual del Comité
Internacional de Ética Budista (CIEB) y Tribunal Budista de Derechos Humanos (TBDH)
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