Justicia Verdadera

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jueves, 28 de junio de 2018

Comunicado Oficial sobre Violación al Derecho al Desarrollo Sostenible y al Medioambiente Sano


Caso 40-2018: Japón & Primer Ministro Shinzo Abe

Comunicado Oficial sobre Violación al Derecho al Desarrollo Sostenible y al Medioambiente Sano

El Tribunal Budista de Derechos Humanos, en el día 22 de Junio de 2018, decide reafirmar nuevamente que la Espiritualidad Budista no avala al comportamiento ilegal e inmoral del gobierno de Japón, el cual continúa violando al Derecho Internacional en nombre de la ciencia por medio de actos de Ecocidio contra cientos de ballenas en el Océano Austral, a pesar de que muchas de ellas eran jóvenes y hembras embarazadas.
En consecuencia, el Tribunal Budista de Derechos Humanos reafirma que estas acciones ecocidas constituyen una violación al derecho humano al desarrollo sostenible, pues este tipo de emprendimientos comerciales tiene un enorme impacto sobre los recursos naturales, no permitiendo que la Biosfera pueda absorber tal impacto. En realidad, las acciones de Japón apuntan a un crecimiento económico desenfrenado que puede producir una extinción de especies fundamentales, por lo que sus acciones son contrarias a la elevación de la calidad de vida y el bienestar social, desperdiciando o agotando recursos naturales renovables en los que se sustenta la vida humana, por lo que es un claro deterioro o lesión del medioambiente y una violación al derecho de las generaciones futuras a utilizar los ecosistemas para la satisfacción de sus necesidades básicas.
El Tribunal Budista de Derechos Humanos busca que los Estados aprovechen los recursos naturales pero garantizando un desarrollo sostenible, conservando o sustituyendo los recursos, previniendo y controlando el deterioro medioambiental, motivo por el que se ha impuesto la sanción ética legal al gobierno de Japón para que cese sus actividades ecocidas y repare los daños causados a la naturaleza. El Tribunal Budista de Derechos Humanos no pretende que Japón no utilice sus recursos de pesca, pero se recuerda dos cuestiones fundamentales: 1) Las ballenas no son peces, sino que son seres altamente evolucionados y con una dignidad intrínseca tan importante como la dignidad humana; 2) Los recursos naturales no deben ser depredados sino que deben ser utilizados coherentemente, por lo que siempre se debe dar la oportunidad a la naturaleza de regenerarse a sí misma, compatibilizando el progreso económico con el bienestar de los ecosistemas como patrimonio común de la humanidad. El Tribunal Budista de Derechos Humanos tiene la función socioecológica de obligar a que todos los Estados y ciudadanos del mundo protejan las riquezas culturales y naturales, protegiendo los recursos naturales y velando por la conservación y resguardo del medioambiente, pues los ecosistemas son inalienables, imprescriptibles e inembargables.
El Tribunal Budista de Derechos Humanos consagra que todos los seres humanos tienen derecho a disfrutar de un medioambiente sano, por lo que se garantiza que la comunidad espiritual (sangha) participará en las decisiones y actos que puedan afectarlo. De este modo, se concluye que Japón está violando su deber de proteger la biodiversidad y la integridad del medioambiente, debido a que atenta contra la conservación de especies de importancia ecológica. Esta violación al derecho humano al medioambiente sano se relaciona fundamentalmente con el derecho a la vida, el cual sólo puede garantizarse y disfrutarse en condiciones de calidad, integridad y armonía.

Siempre con espíritu de reconciliación (maitri),
Maestro Maitreya Samyaksambuddha
Presidente y Juez Espiritual del Tribunal Budista de Derechos Humanos

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