Caso
nº04-2015: ISIS
Resolución sobre Ataque a centro cultural islámico
04 de Enero de 2018
El Comité Internacional de Ética Budista y Tribunal Budista de Derechos
Humanos,
Recordando los principios
del Derecho Budista, los derechos humanos y las libertades fundamentales
establecidos por instrumentos internacionales como la Declaración Universal de Derechos Humanos, adoptada por Naciones
Unidas, y la Convención Budista de Derechos
humanos adoptada por la United
Buddhist Nations Organization;
Considerando que los
derechos humanos y las libertades fundamentales de las comunidades islámicas,
especialmente sus derechos a la vida y a la paz, deben ser respetados sin
discriminación alguna;
Consciente de que las
comunidades islámicas contemporáneas son vestigios de una antigua Civilización
que se propagó a lo largo de decenas de países por cientos de años;
Preocupado enormemente
por la discriminación que realiza la civilización contemporánea capitalista al
asociar Islamismo con Terrorismo, lo cual estigmatiza la vida y cultura de
cientos de millones de personas;
Deplorando la existencia
del grupo guerrillero ISIS, que además de realizar actos de genocidio,
limpieza étnica y crímenes contra la humanidad, también propaga un Falso
Islam;
Tomando en consideración
que el 95% de las víctimas del ISIS son
musulmanes, lo cual demuestra la naturaleza fundamentalmente hereje del ISIS al
hacer masacres perversas contra comunidades a las que dice representar;
Examinando que estos
eventos no sólo distorsionan los preceptos éticos del Profeta Mahoma, sino que
además constituyen una aberrante Violación al Derecho Internacional de los
Derechos Humanos, siendo una ideología falsa que no sólo no representa
a los musulmanes, sino que además los difama y ataca homicidamente;
Teniendo en cuenta que
cuando la guerrilla ISIS realiza ataques terroristas contra civiles desarmados
no sólo efectúa Crímenes de Guerra, sino también Altos Crímenes contra la Paz,
asesinando a hombres desarmados y mujeres y niños indefensos;
Afirmando que el atentado
terrorista perpetrado por el ISIS en diciembre de 2017 contra un centro
cultural islámico chiita y una cadena de noticias de Kabul (Afganistán), donde
murieron más de 40 personas, constituye un acto de genocidio cuya finalidad
es destruir totalmente al grupo religioso musulmán que no cree en la guerrilla
del ISIS;
Mostrando
consternación por el hecho de que, según un análisis de la organización Conflict
Armament Research, más del
43% del armamento del ISIS fue producido en el país superpotencia de China,
como el fusil chino Tipo 81;
1.
Reafirma que la Espiritualidad Budista respeta
plenamente los principios éticos de la Espiritualidad Islámica;
2.
Hace
un llamamiento al respeto de los derechos humanos y las libertades
fundamentales del pueblo musulmán, debiéndose ser diferenciado con respecto a
cualquier asociación con el grupo ISIS;
3.
Establece
solemnemente que toda práctica violenta que atente contra la sacralidad de la
vida es una Violación al Derecho Internacional de los Derechos Humanos;
4.
Expresa
la esperanza de que nunca más civiles desarmados sean atacados por grupos
militares o paramilitares, lo cual constituye un Crimen de Guerra y Altos
Crímenes contra la Paz;
5.
Deplora
como ilegales a los actos de discriminación de Donald Trump Presidente de USA
contra el Pueblo Musulmán, al que ha estigmatizado y
asociado reiteradamente por medio de una Islamofobia de Estado;
6.
Declara
que los actos de genocidio, limpieza étnica y crímenes contra la humanidad
llevados a cabo por el ISIS contra los musulmanes lo convierten totalmente en
un Falso
Islamismo, demostrando entonces que hablar de “Terrorismo Islámico” no es más que una difamación etnocéntrica
realizada por la cultura occidental;
7.
Apela a todos los miembros del Pueblo Budista a mostrar compasión hacia los miles de musulmanes que están
siendo asesinados por el ISIS, no debiendo seguir nunca las enseñanzas falsas
de maestros budistas falsos e islamofóbicos como Ashin Wirathu o Lama Ole
Nydahl.
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