Defensa Budista de la Paz
Global
La
Espiritualidad Budista es el movimiento más racional de la historia de la
humanidad, enseñando al sujeto a convertirse en un superhumano o Ser Despierto (Buddha) como Vía para la creación de
un mundo mejor y una paz global. Por lo tanto, la Vía de la Reconciliación
(Maitriyana) es un refugio para todos los pueblos oprimidos, sin discriminación
alguna de su raza, género, religión o clase social. El Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva)
cree que es realmente posible reconstruir a la humanidad a partir de los
valores de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad. En este sentido, la
Espiritualidad Budista va más allá del campo religioso, comportándose como un
código ético de pensamiento, palabra y acción, al mismo tiempo que impulsa una
conducta rebelde frente a la tiranía tanto metafísica como materialista.
Siddharta
Gautama fue el revolucionario más importante de la historia porque predicó un
Discurso de Liberación y Autodeterminación de los pueblos, realizando una
singular e iluminada contribución a los nueve campos de la psicología, pedagogía,
medicina, filosofía, arte, ciencia, política, sociología y religión. Por ello, las
nueve vías del Maitriyana conforman un pensamiento postmoderno que supera al
falso dualismo entre Oriente y Occidente, siendo el preludio de una nueva era
de Unidad y Reconciliación de toda la humanidad. Así, cuando el maestro
espiritual lucha por lograr la Cura (Nirvana) del mundo no está teniendo ideas
drásticas, sino que más bien está permitiendo el emerger del futuro en el aquí
y ahora: el Camino Medio de la Salvación y la Evolución. Pero para alcanzar el
Despertar (Bodhi) de los pueblos, el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva)
sabe perfectamente que se debe evanescer los males de la guerra, la injusticia
social, el analfabetismo y la contaminación.
En
este sentido, desde los últimos dos mil seiscientos años, la Espiritualidad
Budista ha trabajado profundamente por el objetivo de la Paz Mundial,
intentando construir una Tierra Pura
o Reino de la Rectitud donde
prolifere el bienestar y la serenidad. Esto implica una sociedad plena de
pacifismo, redistribucionismo, educación avanzada y armonía ecológica. Este
modelo de comunismo de derechos humanos
es la encarnación de la Paz dentro del pueblo, desocultando la naturaleza
espiritual que yace oculta en cada ser humano, al mismo tiempo que se critica a
la búsqueda de poder y riqueza material por ser una falsa vía hacia la
felicidad y el progreso en la vida. Aunque el capitalismo se ha convertido en
una civilización global, la Espiritualidad Budista tiene la esperanza de guiar
a los pueblos hacia la paz mundial por medio de la Ética del Desapego.
Siguiendo a Siddharta Gautama y a otros grandes Seres Despiertos (Buddhas) que
han aparecido en distintas épocas y lugares, el Maitriyana busca que todos los
seres humanos alcancen la paz genuina, ayudando a los pobres y oprimidos a
encontrar satisfacción y felicidad en una vida simple y humilde. Esta sabiduría
compasiva (prajña-karuna) se concentra en la práctica de la virtud, tanto en el
mundo interno como en el mundo externo. En definitiva, según el maestro
espiritual, la paz y el altruismo son la naturaleza intrínseca de la humanidad.
En
consecuencia, la Espiritualidad Budista persigue objetivos que son contrarios a
los gobiernos, pues la historia del mundo demuestra que el Poder mundano se opone
a la Libertad, Igualdad y Fraternidad del pueblo, entorpeciendo constantemente
el equilibrio y la paz mundial que son la condición natural de la Tierra
(Gaia). De esta manera, el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) denuncia a
los gobiernos como instituciones esencialmente egoístas, dualistas y
consumistas. El Maitriyana establece entonces que los gobiernos del mundo se
convertirán en instrumentos de paz y justicia cuando se considere a la
humanidad como una gran familia, pensando siempre en los intereses de los
demás. Esto es nada menos que la Cura (Nirvana) de la codicia, el odio y
engaño, instaurando el inicio de una nueva etapa en la evolución de la vida,
pues en caso de no asumir una transformación espiritual los pueblos se verán
confrontados a su autodestrucción. Por lo tanto, la Espiritualidad Budista es
la Vía Única (Ekayana) para proteger los derechos de todos los individuos del
planeta, creando una Gran Unidad que
abarque a todos los pueblos y evanesciendo el ciclo de repetición (karma) de violencia
a través de un marco político, económico y cultural que trabaja a favor de la
paz, la justicia, los derechos humanos y la democracia verdadera. Sólo
confrontando las diferencias y los conflictos entre las naciones a través del
diálogo y la ley internacional es que podrán desaparecer las prehistóricas y
barbáricas fuerzas militares. Cuando la guerra, la injusticia, la ignorancia y
la contaminación sean superadas, entonces existirá una sociedad amparada por la
democracia global y los derechos humanos universales. Sólo el Maitriyana busca
crear paz y justicia a lo largo de todo el mundo, educando a la sociedad y
protegiendo a la Tierra (Gaia) a través de la Espiritualidad Budista y su
Propósito (Dharma) de crear una civilización socialista bajo la guía de los
valores de la Libertad, Igualdad y Fraternidad para todos los pueblos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario